Bajo el capitalismo, las farsas son constantes para poder seguir engañando al pueblo pobre bajo el dominio de la burguesía. La aparente democracia republicana encubre la explotación más brutal de los trabajadores, la quiebra del campo y su miseria. Y si esto ocurre en los países opresores, con mucha mayor razón estas medidas en un país oprimido resultan una completa estafa. De esta forma, cualquier maniobra dentro de la democracia burguesa como el “referéndum histórico” de AMLO no representa otra cosa más que una estratagema impulsada por el gobierno para sostener el saqueo y los crímenes que administra su mandato para los intereses del capital.

Sin embargo, lo que sí ha quedado en evidencia luego de este sufragio es que el apoyo a MORENA se ha reducido casi a la mitad respecto a los votantes que lo eligieron presidente en 2018. De los 30 millones de votos a su favor, solo un poco más de 15 millones han ratificado su elección. Y la participación en las urnas se vio reducida del 63% hace cuatro años al 17% de los electores en esta ocasión.

Los resultados no han generado mayor sorpresa para nadie, AMLO se mantiene con relativa estabilidad en el gobierno, desgastándose poco a poco como consecuencia de su política hambreadora y represiva. Bajo un gobierno burgués como el de Obrador, solo queda miseria y sangre para el pueblo trabajador. Las condiciones de vida se endurecen, los precios aumentan constantemente, los campesinos abandonan sus tierras para convertirse en mano de obra superexplotada, los hijos del proletariado no pueden acceder a la educación, los normalistas son fuertemente reprimidos como los migrantes, las trabajadoras siguen siendo oprimidas y asesinadas sistemáticamente.

Como sea el caso, este sostenimiento de la presidencia e instituciones y partidos de la burguesía (PRI, PAN, PRD, etc.), se produce en gran medida por responsabilidad de las direcciones políticas de los obreros y campesinos pobres. Todos estos se subordinaron a la democracia de las transnacionales que imponen la explotación y el saqueo de la nación. Las centrales sindicales se sumaron primero al apoyo casi absoluto de Obrador y ahora nuevamente sostuvieron su fraude democrático. La dirigencia charra y los nuevos sindicatos surgidos en el norte y todo el país fueron uno a uno subordinados al Estado burgués.

Esta política de colaboración abierta con el régimen ha sembrado en las masas la confianza en sus verdugos, encadena sus fuerzas a las podridas instituciones del gobierno. Por tal razón, no existe una movilización del proletariado en México que haya arrancado una “concesión” como el referéndum. Esta se trata de una medida más de la burguesía para sostener a su gobierno sobre los cadáveres que se encuentran a diario.

Los partidos estalinistas y de falsos trotskistas se convirtieron en la pata izquierda de la casta militar que aumenta la militarización del país gracias a Obrador. Estas direcciones del proletariado no ofrecieron más que subordinación al Estado en medio de la pandemia. De igual forma, las direcciones zapatistas pasan de la colaboración de clases al abandono de la lucha influenciadas por el anarquismo.

Ya hemos visto cómo la burguesía utiliza estas maniobras “democráticas” para perpetuar su dominio sobre las masas trabajadoras. En Chile, se instauró una fraudulenta Asamblea Constituyente que solo legitimó al régimen que ahora administra Boric imponiendo más represión al pueblo pobre. En Perú se alienta un referéndum para imponer una Asamblea Constituyente que solo busca legitimar al gobierno criminal de Castillo. Estas medidas “democráticas” en manos de la burguesía solo han servido para engañar y someter más al proletariado y al pueblo que pasa hambre. Y es que un gobierno bonapartista bajo el capitalismo solo trata de maniobrar entre el imperialismo y las masas para poder mantenerse en el poder y servir mejor al capital financiero.

Por otro lado, los revolucionarios luchamos contra las ilusiones que despierte esta o cualquier maniobra seudodemocrática bajo el Estado burgués, llamando a los obreros, campesinos pobres y a la juventud rebelde a movilizarse contra este gobierno y sus instituciones, para que pueda construirse al calor de la lucha, organismos verdaderamente democráticos y que se sacudan del pacifismo promovido por sus direcciones políticas. Solo el proletariado puede llevar adelante serias demandas democráticas como parte de su táctica dentro de la lucha por el poder derrocando a la burguesía.

Para esta tarea hace falta la construcción de un partido obrero internacional que pueda unir al proletariado de todo el mundo y enfrentar en cada una de las posiciones a los parásitos capitalistas que se han enriquecido gracias a las manos de los trabajadores y al sufrimiento de los explotados.

¡Abajo el gobierno patronal de MORENA!

¡Refundemos la Cuarta Internacional!