Grecia: ¡La Troika asesinó a la juventud! ¡Que la tragedia no quede impune!

Por Dorian González
Hace dos años perdieron la vida trágicamente 57 personas en las vías ferroviarias en Grecia, en lo que se conoce como el mayor “accidente” de su historia. En el segundo aniversario de esta tragedia cientos de miles de jóvenes salieron a las calles para reclamar justicia por las vidas perdidas. El informe final sentenció que las causas principales de este hecho se debieron a “error humano, estructuras antiguas y fallas del sistema”.
De errores humanos están llenos los miles y miles de informes acerca de accidentes laborales o tragedias como la sucedida en Grecia. Se estima que estas causas son responsables del 80 % al 90 % de estos eventos. Sin embargo, esto demuestra claramente una condición indiscriminada de eventos que en su mayor porcentaje son declarados finalmente como prevenibles. En 2023, los trabajadores ferroviarios griegos denunciaban las pésimas condiciones a las que se los obligaba a trabajar, con mínimas capacitaciones y con un sistema obsoleto.
Estas condiciones que han sido denunciadas por más de 30 años se vieron agravadas por la crisis financiera griega del 2010 que causó millones de desempleos, hambre y decenas de huelgas generales en el país. Hace más de una década que los trabajadores y principalmente la juventud griega se manifiestan en las calles contra todas las políticas de austeridad demandas por la Troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y FMI) para que el país pudiera acceder a más préstamos internacionales. Al proletariado griego no le ha faltado valentía para traer abajo este sistema lleno de explotación, saqueo y corrupción, por el contrario, han sido sus dirigentes políticos los que han terminado atando a las masas empobrecidas al Estado burgués descompuesto.
Fue en 2013 cuando el gobierno griego lanzó la privatización de la operadora TRAINOSE (ahora Hellenic Train S.A.) como parte de las exigencias de los financistas europeos para hacer de Grecia un país “viable” mientras se remataba la demás infraestructura de transporte. De esta manera, el control de trasporte de pasajeros y de carga quedó en manos de la italiana Ferrovie dello Stato Italiane. En 2017, la Comisión Europea ratificaba que esta “ayuda” se encontraba en acuerdo con las ayudas estatales hacia Grecia para “prestar un mejor servicio a los pasajeros griegos y a los clientes empresariales”. Un ajuste que ha terminado pagando la mayoría de la población con el encarecimiento generalizado del costo de vida y desempleo masivo.
De estas crisis ascendieron Syriza por izquierda, Nueva Democracia y Amanecer Dorado por derecha como principales herramientas de la burguesía para contener y sofocar los métodos revolucionarios del proletariado griego. Todo el reformismo le apostó al Frente Popular encabezado por Tsipras para salvar al capitalismo de sus inevitables crisis. El PASOK (Movimiento Socialista Panhelénico) de Yanis Varoufakis, que gobernó durante décadas el país, sirvió también para este sucio trabajo dentro de las filas del movimiento obrero, junto a una serie de estalinistas y falsos trotskistas. De estos reformistas ya ha quedado poco y desde el 2019 el país es gobernado por la burguesía de Nueva Democracia.
La subordinación de Grecia a los memorándums de la Troika marca la condición de dominio que ejercen los capitales extranjeros sobre el país helénico. Desde Syriza hasta Amanecer Dorado han servido como patas del régimen tutelado por los acreedores internacionales. Es que incluso la función del fascismo en un país atrasado como Grecia es subordinarse a las potencias extranjeras y su capital financiero. Lecciones como estas se ven más claras en la situación de Ucrania frente al imperialismo estadounidense. Grecia es un campo más de la lucha de los capitales extranjeros que le da poco margen de maniobra a la burguesía local.
Si algo debemos tener claro de toda esta experiencia griega, es que, la crisis del capitalismo produce de forma inevitable mayores combates revolucionarios, pero para poder vencer al régimen burgués y su Estado es necesario una dirección política revolucionaria que le dispute al reformismo la conducción de la lucha. La pasividad del reformismo empuja a los sectores medios a la salida que ofrece el fascismo, la historia demuestra que esta herramienta solo será tomada por la burguesía como último recurso necesario para aplastar a las masas o prevenir la revolución. Por su parte, el proletariado necesita una dirección marxista que esclarezca el camino a seguir y que con ellas dirija la destrucción del aparato represivo estatal.
Hoy las calles se vuelven a llenar de la juventud proletaria que se reconoce en la mayoría de las jóvenes que murieron en las vías de trenes hace dos años. Esto demuestra que la clase obrera no solo no ha sido derrotada o que dejó de existir, sino que sigue siendo la única clase capaz de llevar a este sistema a su tumba. La juventud proletaria hambrienta sale a las calles en busca de nuevas opciones políticas, pero la mayoría de los partidos proletarios terminan en capitulaciones y subordinación al Estado burgués.
El remate de los recursos y la infraestructura nacional dentro del paquete exigido por el capital financiero se cobra la vida de la juventud. La mayoría de las tragedias dentro del capitalismo se deben al agotamiento y explotación inhumana de la fuerza de trabajo, el despilfarro de los recursos para llenar de ganancias a los empresarios, la desviación de fondos a funcionarios corruptos que se aprovechan del saqueo financiero de la nación. He aquí las reales causas de las muertes en un sistema que se cae a pedazos y es sostenido por reformistas sin la capacidad de hacer “más humano” un sistema que solo produce muerte y miseria a nivel mundial.
Y todos los partidos que han gobernado y están atados al Estado burgués tienen la responsabilidad de la tragedia de hace dos años, y hoy se encargan nuevamente de subordinar la lucha callejera. El camino necesario que debe tener el proletariado griego es la puesta en pie de sus propios organismos de lucha para controlar las expropiaciones del transporte y demás ramas productivas para dar trabajo a los desempleados. Rechazar el pago de la deuda a los acreedores porque ese dinero solo ha servido para aumentar las ganancias del capital extranjero y arrancarle la vida a la juventud. Estos organismos deben prepararse para una lucha más decidida para traer abajo al régimen, poniendo en pie comités de autodefensas, abriendo el camino para la revolución socialista en Grecia y toda Europa.
Estas medidas solo podrán ser impulsadas conscientemente por un partido revolucionario que sepa ganarse el apoyo de las masas, que pelee con una orientación internacional. El momento actual de Europa requiere al proletariado industrial, el proletariado europeo debe volver a ponerse en pie ante la llegada de nuevas crisis políticas en el continente. La unidad con el proletariado árabe, asiático, africano y latinoamericano es la condición necesaria para garantizar un nuevo camino.
¡Refundemos la Cuarta Internacional!
¡Que se abra paso la revolución socialista mundial!