¿Celebramos o conmemoramos el Día Internacional de la mujer trabajadora?

¿Celebramos o conmemoramos el Día Internacional de la mujer trabajadora?

Por Susan Abigail

Me pregunta Marieta, de 8 años, si también es su día y el de su abuela, porque su madre se ha ido con un cartel pero las ha dejado solas a ella y a su abuela materna, enferma, aunque no de gravedad. Es que en la casa de Marieta no hay más familia que ellas tres. Ninguna tiene seguro privado de salud y el que les otorga el Estado de forma gratuita es bastante engorroso (hay que ir de madrugada para hacer cola y finalmente solo te dan medicamentos genéricos), no hay plata para pagar niñera ni enfermera para cuidar a personas de tercera edad, pues la mamá de Marieta gana apenas el sueldo mínimo, pero sin beneficios, porque el establecimiento de venta de ropa donde atiende es informal. La mamá de Marieta le ha dicho que se va con otras compañeras a celebrar el 8 de marzo, pues unas señoras bien buenas le han proporcionado carteles para que vayan a una marcha. Esas mismas señoras le han dicho que ella tiene derecho a disfrutar, a ponerse bonita, a ejercer sus derechos reproductivos, a vivir su sexualidad sin temores ni presiones, a trabajar fuera de casa y ser independiente económicamente, a estudiar y capacitarse, a la participación política en cualquier organización partidaria, si ella quiere. Por supuesto que las mujeres tenemos derechos a eso y mucho más y que históricamente esos derechos nos fueron negados, pero no solo por nuestra sola condición de ser mujer, sino, sobre todo, por no pertenecer a la clase social dominante. Mujeres gobernantes han existido desde tiempos antiguos, quienes ejercieron todos los derechos en su sociedad, como Cleopatra, una mujer culta que gobernó el Antiguo Egipto antes de nuestra era, que estuvo casada 4 veces y tuvo 4 hijos, aunque en su nación las mujeres esclavas no eran consideradas ni siquiera humanas. La historia nos demuestra de sobra que el objetivo de tener un día para las mujeres no es que recordemos cuáles son nuestros derechos, sino que no se pueden ejercerlos sino existe una organización social que garantice que ello sea una realidad.

A dónde van a ir las mujeres a ejercer sus derechos reproductivos, si es el Estado el primero en vulnerarlos[1], si los métodos anticonceptivos están hechos para favorecer a la industria farmacéutica y no a los requerimientos de los cuerpos femeninos[2]. Cómo van a ejercer libremente su sexualidad si le exigen favores sexuales a cambio de un puesto de trabajo, por parte de los empresarios e incluso de las propias autoridades que dicen representarnos[3] y ni hablar de las redes de prostitución forzada existentes a vista y paciencia de nuestras autoridades, donde las víctimas en su mayoría son las adolescentes pobres y con menos formación educativa. Qué significa “ser bonita” actualmente si respondemos a patrones estandarizados de belleza de las mujeres de la clase dominante y solo hasta cierta edad (puesto que la belleza tiene relación directa con la salud en general y, claro, si tienes recursos, vas a tener mejor salud y serás más atractiva). El derecho al disfrute es una reivindicación de las clases oprimidas en general, aunque debemos reconocer que nuestras hermanas de clase han sido las que han tenido más restricciones en este aspecto. Si ahora las mujeres no tienen la prohibición legal para estudiar no quiere decir que todas tengamos acceso a una educación de calidad, menos aún si se trata de niveles para obtener una carrera profesional, puesto que la gratuidad de la educación está muy lejos de ser real. Respecto a la independencia económica, en nuestro país las mujeres de la clase obrera nos encontramos concentradas en las actividades peor remuneradas y en el sector informal, aunado al hecho que de las personas pobres que no tienen ningún ingreso en su gran mayoría son mujeres, según estadísticas del INEI.

Y si nos ponemos a mirar en el mundo, aunque sea a través del internet (porque no tenemos ni para el boleto de viaje) el panorama no es diferente, y más bien nos encontraremos que aun hoy en día existen prácticas tan aberrantes como la mutilación femenina[4], que las mujeres son la víctimas más sufridas en los conflictos armados (como en el Perú, la violación y esclavitud sexual sigue siendo una arma de guerra no tan oculta[5]), son obligadas a llevar pesadas prendas de vestir, como el burka, símbolo de propiedad de un varón. La indignante realidad nos abruma y nos lleva a considerar que sí debemos participar en política para intervenir en la transformación de esta inaguantable situación, pues, como nos recuerda Rosa Luxemburgo, “Hace cien años, el francés Charles Fourier, uno de los primeros grandes propagandistas de las ideas socialistas, escribió estas memorables palabras: En toda sociedad, el grado de emancipación de la mujer es la medida natural de la emancipación general. Esto es totalmente cierto para nuestra sociedad. La actual lucha de masas a favor de los derechos políticos de la mujer es sólo una expresión y una parte de la lucha del proletariado por su liberación. En esto radica su fuerza y su futuro…”[6]. Entonces, no es en cualquier partido político en donde las mujeres debamos participar, sino en el partido formado por y para la clase obrera. Ningún partido que represente los intereses de las clases dominantes va a conseguir la verdadera emancipación de las mujeres obreras, aunque nos digan lo contrario y haya mujeres en esos partidos, esas señoras que lo único que buscan es obtener el apoyo de las masas femeninas para que continúen en el poder, directa o indirectamente a través de sus familias.

Respondiendo a Marieta, le digo que también es su día, porque le recuerda que desde ya tiene que prepararse, conjuntamente con sus compañeras, para luchar y conseguir un 8 de marzo donde las niñas, madres, abuelas, tías, vecinas, profesoras, científicas, astronautas, artistas, negras, indias, blancas, chinas celebren sin culpa su día, llenas de salud y belleza, cuando la clase obrera tenga el poder.


Notas

[1] https://cejil.org/comunicado-de-prensa/corte-idh-juzgara-a-peru-por-esterilizaciones-forzadas/

[2] https://biopolitica.net/2017/02/19/biopoder-el-negocio-de-los-anticonceptivos/

[3] https://www.infobae.com/peru/2024/03/06/quien-es-yazire-pinedo-todo-lo-que-se-sabe-sobre-la-mujer-que-protagonizo-audio-con-alberto-otarola/

[4] https://eacnur.org/es/blog/mutilacion-genital-femenina-mujeres-y-ninas-en-peligro

[5] https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/blog/historia/articulo/la-mujer-y-los-conflictos-armados/

[6]https://www.marxists.org/espanol/luxem/1912/mayo/12.htm

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