
En la lista de los 472 vacunados ilegalmente no solo aparecen políticos y funcionarios públicos, sino también dueños y gerentes de empresas privadas, rectores de universidades, un enviado del Papa, y hasta un burócrata sindical. Mientras miles de trabajadores mueren de COVID o de hambre por culpa de la cuarentena, una élite burguesa utiliza su poder e influencia para salvarse del virus. Una prueba más de la profunda putrefacción de una sociedad divida en clases.
Encabezando la lista de políticos corruptos está Vizcarra, que también es un empresario de la construcción vinculado al caso Lava Jato. Sin embargo, junto a Vizcarra aparece el ex ministro de Fujimori, Alejandro Aguinaga. Es decir, el llamado “Vacunagate”, ha borrado las diferencias inventadas entre fujimoristas y “vizcarristas”, para pesar de periodistas (ex) fujimoristas como Rosa María Palacios. El Vacunagate también ha embarrado al actual gobierno vizcarrista, con ministras recicladas como Pilar Mazzetti, que encabeza la lista de funcionarios de la salud vinculados a este escándalo de corrupción. Este es, pues, el gobierno que produjeron las marchas reaccionarias de la pequeña burguesía “bicentenaria” en favor de la inmunidad presidencial.
Ahora bien, no solo políticos y funcionarios forman parte de los 472 más odiados, sino también la hija del científico Germán Málaga, jefe del ensayo clínico de la vacuna, y los rectores de las prestigiosas universidades públicas Cayetano Heredia y San Marcos, es decir, hasta personajes del mundo académico se han hundido en el lodazal de la corrupción capitalista. Por supuesto, tampoco podía faltar la Iglesia, encarnada esta vez por nada menos que el vicario del vicario de Cristo en la tierra, el representante del Vaticano en Perú, Nicola Girasoli, que aclaró que se vacunó por ser “consultor en tema éticos” (!). Esta debacle y cinismo no debe sorprender a los que alguna vez leyeron en el Manifiesto: “La burguesía ha despojado de su aureola todas las profesiones que hasta hoy eran venerables y contempladas con piadoso respeto. Ha convertido en asalariados suyos al médico, al jurista, al cura, al poeta, al hombre de ciencia“.
Pero lo más significativo en esta lista corresponde, por supuesto, a las figuras del mundo empresarial. En primer lugar, Cecilia Blume, del directorio de AFP HABITAT, “experta en asociaciones público-privadas”, y reconocida periodista antiobrera. Que es experta en asociaciones público-privadas no hay duda, ya que no se sabe hasta ahora cómo hizo para colarse en esta lista superexclusiva y recibir incluso tres dosis. En segundo lugar, se debe mencionar a Claudia Gianoli, gerente general de SUIZA LAB, y a Antonio Armejo del GRUPO ARMEJO YÉPEZ, al que pertenece el laboratorio LABOT. En tercer lugar, César Loo, dueño del exclusivo chifa ROYAL, que habría sido vacunado porque la delegación china se había “cansado de comer en Burger King” según Málaga. Finalmente, Eduardo Santa María, gerente de AGROINDUSTRIAS AIB, una de las agroindustriales que se han visto beneficiadas con la vieja y nueva ley agraria de Fujimori y Sagasti, y que celebró seguramente el asesinato de trabajadores durante la heroica huelga de diciembre, lucha traicionada por la dirigencia de la CGTP.
Y justamente, para cerrar esta lista del oprobio, debemos mencionar al conocido sindicalista de la CGTP Pablo Checa, que también ocupó el cargo de viceministro de trabajo durante el gobierno bolivariano de Ollanta Humala. Y es que así paga la burguesía los servicios prestados por sus lacayos. La dirigencia de la CGTP nos jura que nadie más se ha vacunado, pero no podemos creerle porque no hay que olvidar que Mario Huamán fue asesor del Ministro del Interior del García y fue condecorado por el mismo Vizcarra. No debemos olvidar además que Sinopharm, el laboratorio que entregó estas vacunas, es una empresa estatal directamente controlada por el Partido Comunista de China, organización estalinista que tiene a Patria Roja como su embajadora en Perú. Y es que el estalinismo no es, hoy, más que la ideología de la burocracia sindical corrupta.
Estos dirigentes traidores, junto con los falsos trotskistas de Uníos, el PST y la Izquierda Diario, han venido también sosteniendo la cuarentena militar del hambre impuesta por el capital en Perú y todo el mundo. Es decir, para los burócratas sindicales sí hay vacuna, pero para las bases obreras solo encierro, hambre y represión. Estos traidores de la CGTP no solo boicotearon el 1 de Mayo, sino también el paro nacional que habían anunciado hace un mes, demostrando que a ellos también se les va la vida en impedir la movilización callejera del proletariado hambriento.
Estos traidores ahora nos dicen que no hay que luchar, que solo queda votar por Verónika Mendoza o Marco Arana, cuando sabemos que estos representantes de la burguesía bolivariana solo pueden ofrecer más pobreza y represión como en Cuba, Bolivia o Venezuela, país del que siguen migrando los hambrientos, injustamente reprimidos en nuestras fronteras. Y es que el verdadero socialismo no tiene nada que ver con esta demagogia barata de los políticos electoreros de turno. Solo la revolución y dictadura del proletariado pueden salvar a las masas de la enfermedad, la hambruna y la muerte impuestas por el capitalismo.
En esta lucha, los explotados de Perú no están solos. El Vacunagate es solo el primer caso de vacunación y corrupción destapado en el mundo, ya tendremos noticia de más negociados con la salud fabricados por la burguesía y sus mercenarios políticos. No es una casualidad, que en el Vacunagate estén involucrados una transnacional china y un representante del Vaticano. Solo con la revolución socialista internacional podremos poner fin a todos estos males propios de una sociedad descompuesta.
¡ABAJO EL CONGRESO Y EL GOBIERNO CORRUPTO DE SAGASTI!
¡ABAJO LA TRAMPA ELECTORAL!
¡POR UN PARTIDO OBRERO REVOLUCIONARIO, POR LA REFUNDACIÓN DE LA CUARTA INTERNACIONAL!