GUATEMALA:¡QUE ARDA EL CONGRESO Y TODO EL GOBIERNO!
Tras la aprobación del presupuesto 2021, las masas de Guatemala tomaron las calles enfrentando la represión policiaca de Giammattei. La insoportable situación en la que se vive llevó a centenares de manifestantes a tomar las instalaciones del Congreso y prenderle fuego luego de que el Legislativo aprobara por mayoría el plan de ajuste presentado por el Ejecutivo que recorta los fondos en educación, salud, etc. en medio de la crisis sanitaria y en el país con mayor desnutrición infantil de América Latina.
La cifra presupuestal es histórica y en ese mismo sentido se piensa profundizar el sometimiento nacional al imperialismo. Antes de esto, los diputados habían aprobado dos préstamos importantes: 594 millones de dólares con el FMI y 20 millones de dólares con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), para proveer al plan presupuestal y la emergencia sanitaria respectivamente. También se incrementaron los recursos destinados al Congreso y al Parlamento Centroamericano. Y es que claro, de las migajas que arroja el saqueo transnacional de los recursos los burócratas de la administración buscan sacar como puedan sus prebendas. Los trabajadores estamos cansados de este robo descarado de tecnócratas y políticos al servicio de la burguesía que viven a costa de nuestras fuerzas mientras morimos de hambre y enfermedad.
A nivel internacional se ve al país como uno de los que presenta menores tasas de desempleo (2,5%), sin embargo, al igual que en México esta cifra esconde el enorme grado de informalidad del proletariado que prácticamente vive en la miseria de la calle. Además, producto de la pandemia, el gobierno de Alejandro Giammattei decretó un toque de queda prohibiendo las salidas entre las 4 de la tarde hasta las 4 de la mañana. Los trabajadores teníamos solo el derecho de salir a la calle a ser explotados, evidenciando así la razón política de los confinamientos, pero estas restricciones no harían más que profundizar la grave crisis que atraviesa el país sumido en la corrupción, la violencia y la migración.
Ya en 2015 el presidente Pérez Molina tuvo que renunciar tras estar involucrado en casos de corrupción mientras su exviceministra estaba encarcelada por la misma razón. Al respecto el expresidente declaraba que los empresarios eran los que cometían fraude ya que por “tradición no han pagado impuestos” dejando sin recursos al país. Sin lugar a duda, aquí es la burguesía quien burla sus propias leyes para obtener mayores ganancias y utiliza las más sucias jugarretas como el haber aprobado en marzo de este año un préstamo de 200 millones de dólares al Banco Mundial y 250 millones al Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) en una noche durante el toque de queda.
Estas artimañas van acompañadas con el endurecimiento del régimen como lo demuestra la aprobación del decreto 04-2020 publicado en febrero y que modifica el código civil dando facultades al gobierno de disolver asociaciones civiles cuando se demuestre que “sus actividades son contrarias a la ley y al orden público“, sin embargo, esta medida quedó suspendida tras el rechazo internacional y un amparo de algunas ONG que también se verían afectadas por limitar el derecho de asociación. Así es como este gobierno al igual que el de Obrador en México ha servido como contención a las olas migratorias que parten principalmente de Honduras y que por órdenes de EE. UU. debían ser drásticamente reprimidas. Estas son solo unas muestras de lo que la dictadura de la burguesía imponía mientras los reformistas en todo el mundo clamaban por la cuarentena mundial.
Y es que los proletarios no podíamos quedarnos encerrados en cuarentena mientras la burguesía y sus funcionarios corruptos nos succionaban la vida. La irrupción de los explotados en las calles es lo que teme el gobierno que protege la propiedad privada del “vandalismo” de los pobres. Estos son los “actos terroristas” a los que teme la burguesía como lo denuncia el ministro de gobernación, Gendri Reyes. Las protestas se extendieron a otras regiones como Quetzaltenango, Totonicapán, Cobán y San Marcos siendo fuertemente reprimidas por los mercenarios uniformados del régimen. Esta presión ha llevado al vicepresidente Guillermo Castillo a exhortar a Giammattei vetar el decreto presupuestal y proponer al Congreso la renuncia del Ejecutivo. Por su parte el presidente ha dejado entrever que analiza ciertas reformas a la iniciativa.
Así es como hace política la burguesía, mientras saquea las naciones los delincuentes se disputan las migajas del botín en las instituciones del régimen. En este conjunto de países de Centroamérica el imperialismo es el jefe de todos los sicarios que acaban con la vida de millones. Aquí el pillaje burgués es escandalosamente abierto y el funcionario público es el extorsionador del barrio. Pero la crisis exacerba a las masas y así como en Costa Rica se levantaron rechazando el endeudamiento con el FMI, también los pobres en Guatemala responden al robo desvergonzado de los dueños del país.
Este rechazo a una medida de ajuste económico pone en relieve la diferencia con las recientes protestas en Perú, que tras ser vacado el presidente los manifestantes atacaban al Congreso en nombre del respeto al “orden constitucional”. Aquí no se trata de eso, como lo quieren presentar los reformistas de Izquierda Diario, tanto así, que según una encuesta realizada después de estas protestas Vizcarra habría subido su aprobación a 77%. En Guatemala los manifestantes incendian el Congreso porque la mayoría, que incluye al oficialismo, aprobó un ajuste presentado por el presidente.
En medio de las protestas, el proletariado debe encabezar la lucha y poner en pie sus propias organizaciones de combate liberándose así de la influencia de sectores de la burguesía que aprovecharán las circunstancias para obtener una mejor posición frente al desgaste del gobierno. Los dirigentes reformistas del proletariado sostienen esta influencia nefasta porque representan a la clase media privilegiada, de ellos no podemos esperar nada, son contrarrevolucionarios conscientes. Sin embargo, tácticamente debemos exigirles frente a las masas que aún confían en ellos, romper su subordinación a las instituciones del régimen y desarrollar los métodos proletarios de lucha.
La represión debe ser enfrentada llamando a poner en pie organismos de autodefensa y comités de lucha que se centralicen en un gran Congreso de todos los Explotados, para expropiar sin pago y bajo control obrero a las transnacionales para financiar la salud y la educación, convocando también a delegados de los soldados rasos. Los obreros deben organizar comités de fábrica y poner la producción bajo su control. Los campesinos pobres también deben formar sus propios comités para confiscar la tierra para el que trabaja. Hay que exigirles a los dirigentes reformistas llamar a luchar también contra todos los tratados, deudas y bases militares del imperialismo en Guatemala, Centroamérica y toda América Latina, uniendo fuerzas con los migrantes y los explotados de EEUU. Hay que agitar también (solo tácticamente) la consigna de Asamblea Constituyente, pero exigiendo mantener la más absoluta independencia política de clase frente a todos los partidos políticos patronales, incluidos los bolivarianos que vienen de masacrar a las masas de Nicaragua.
La dependencia económica de la burguesía nativa al capital extranjero hace imposible que alguna fracción de ella deje de someter la nación a las potencias industriales. Solo el proletariado de Centro y Sudamérica unido al proletariado de las metrópolis puede romper con estas cadenas que estrangulan a las naciones del continente. Solo el proletariado, imponiendo su dictadura revolucionaria sobre las cenizas del Estado burgués y su casta de oficiales asesina, puede industrializar nuestros países como eslabón de la revolución socialista mundial. Esta tarea solo puede ser resuelta por las masas con su vanguardia refundando la Cuarta Internacional y no por falsos trotskistas que pusieron la revolución callejera en cuarentena, mientras las masas van ganando las calles todos los días en todo el planeta.
¡Viva el levantamiento de los explotados de Guatemala!
¡Que se vuelvan a levantar los explotados de Haití y de Nicaragua silenciados o calumniados por el reformismo mundial!
¡Viva la Revolución Socialista Centroamericana, viva la Revolución Mundial!