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¡ABAJO LA OFENSIVA IMPERIALISTA SOBRE VENEZUELA!

A los revolucionarios la actual ofensiva yanqui sobre Venezuela no nos coge por sorpresa. Ya a fines del 2017 habíamos advertido que:

“Toda crisis política se expresa en la actitud de las clases sociales frente al gobierno de turno. Para la burguesía el gobierno de Maduro es un gobierno débil y vacilante que no está satisfaciendo todas sus exigencias. Su salida electoral no parece factible en la medida que Maduro está usando el tribunal supremo y su fraudulenta asamblea constituyente para boicotearla. El imperialismo está tentando entonces la opción militar, que ha probado también en Turquía aunque sin éxito. Al acto aislado del policía Óscar Pérez le ha seguido la toma frustrada de un fuerte militar dirigida por el teniente en actividad Yefferson García y el oficial retirado Juan Caguaripano. Estas acciones son evidentemente preparatorias y buscan medir la reacción del gobierno y las masas frente a las mismas”[i].

Ahora el imperialismo yanqui ha pasado de la preparación a la acción. Sus criminales sanciones económicas y la autoproclamación del presidente del parlamento burgués, Juan Guaidó, como gobierno interino es prueba irrefutable de que esta no es una declaración más de intenciones sino la antesala política de una acción militar contra el gobierno burgués de Maduro. EEUU espera que sean los propios jefes militares de Venezuela los que saquen a Maduro, de no ser así, EEUU ha amenazado con la invasión militar, una opción que el mismo Guaidó está considerando con el pretexto de garantizar el pase de “ayuda humanitaria” [ii].

Esto no significa, por supuesto, que el gobierno de Maduro sea “anti-imperialista”. Si realmente lo fuera no se jactaría de haber pagado 74 mil millones de dólares a la banca extranjera[iii], no permitiría que la petrolera yanqui Chevron sea dueña de la tercera parte de PDVSA, no habría rematado el Arco Minero del Orinoco a un centenar de transnacionales; una política entreguista esencialmente idéntica a la de Hugo Chávez. Lo que sucede es que EEUU ya no quiere repartir sus ganancias en Venezuela con la burguesía bolivariana y con las empresas estatales de China y Rusia endeudadas con el FMI. Ya no quiere negociar, lo quiere todo, necesita todo[iv], más aún cuando está amenazado por la crisis y el avance silencioso del imperialismo alemán.

Sin embargo, no basta con querer, es necesario poder. Antes de tomar la decisión final y para evitar un golpe fallido como en abril del 2002, EEUU está midiendo cuidadosamente la correlación de fuerzas entre las clases. Como dijo Trotsky, los distintos regímenes del Estado burgués se apoyan de una manera u otra en la pequeña-burguesía, que siempre vacila entre el proletariado y la burguesía. En Venezuela, como en todos los países atrasados, existe una dictadura bonapartista que apoyada en la clase media “oscila” entre la burguesía y el proletariado. Pero este bonapartismo semicolonial es, como explicó Trotsky, “sui generis” porque esta oscilación se da entre la burguesía imperialista y las clases sociales de la nación oprimida. De estas oscilaciones surgen gobiernos burgueses “de derecha” y gobiernos burgueses “de izquierda” cuya estabilidad depende siempre del apoyo político de la pequeña-burguesía.

EEUU ya comprendió que en Venezuela, a diferencia de Argentina, Chile, Perú, Colombia o Brasil, no puede contar con el suficiente apoyo electoral de la clase media. Es por esta razón que no ve otra alternativa que la intervención militar como en Honduras, Paraguay o Haití. Sin embargo, incluso esta intervención necesita cierto apoyo “popular” y esto es lo que EEUU está evaluando. Es evidente que existen condiciones para un golpe militar contra Maduro, la marcha reaccionaria del 23 de enero es prueba de ello. Sin embargo, la mayoría de oficiales de Venezuela se declaran aún “fieles” a Maduro. EEUU amenaza, entonces, con la invasión militar, sin embargo esta opción podría contar con mucho menos respaldo. El “Grupo de Lima” se ha pronunciado en contra, por ejemplo[v].

Esta ofensiva de EEUU no es solo contra Venezuela sino contra la revolución latinoamericana iniciada hace 20 años atrás en Ecuador y reimpulsada hoy en Nicaragua[vi]. Este proceso revolucionario se ha caracterizado por su ritmo lento impuesto por los dirigentes reformistas que han congelado la lucha del proletariado en una etapa intermedia, de transición, impidiendo su autoorganización, su armamento y todo contacto con los soldados rasos. Sobre esta base resucitaron el mito de la “vía pacífica al socialismo” y lo llamaron “del siglo XXI”[vii] para diferenciarlo de la URSS estalinista que también defendieron sin crítica. Y el resultado de esta política contrarrevolucionaria del reformismo es la imposición del trabajo forzado[viii], la derechización de la pequeña-burguesía y un nuevo “Plan Cóndor” contra las organizaciones obreras. La situación actual en Venezuela, es pues, pre-contrarrevolucionaria.

Esta situación, impuesta por el reformismo, obliga a la clase obrera a colocarse en una posición defensiva. Frente al desarrollo de un golpe bonapartista se debe aplicar la táctica bolchevique de defensa de la “democracia” con los métodos de lucha del proletariado, es decir, armando a todos los explotados, poniéndolos en contacto con los soldados rasos, construyendo organismos de combate independientes que confisquen propiedades clave de la burguesía en pos del triunfo militar sobre los oficiales golpistas. Hoy la mayoría de oficiales rechazan formalmente el golpismo, sin embargo, sabemos que en cualquier momento podrían pasarse de lado de la reacción pro-yanqui y por esta razón deben ser puestos bajo la vigilancia de los soldados rasos y las organizaciones obreras. Lo mismo sucede con el gobierno de Maduro al que no se debe otorgar el menor apoyo ni confianza política. Ya hoy está suplicando “diálogo” al imperialismo y podría renunciar mañana mismo.

Lo que más necesita ahora el proletariado revolucionario de Venezuela es reconstituir su alianza con los campesinos pobres y los explotados de la ciudad, muchos de los cuales están ahora bajo la influencia nefasta de la derecha golpista. Contra la demagogia “democrática” de la derecha y los bolivarianos, se debe plantear tácticamente la necesidad de una Asamblea Constituyente que confisque a la burguesía los alimentos y las medicinas, que le otorgue la tierra al campesino y conquiste la expulsión y ruptura total con el capital extranjero. La agitación de esta consigna democrática podría ganar la simpatía de la pequeña-burguesía explotada y arrastrarla a la lucha del proletariado contra la burguesía. La perspectiva es que si esta alianza se logra forjar, el imperialismo podría verse forzado a retroceder dejando en pie pero también muy debilitado al gobierno de Maduro, debido al desarrollo de la autoorganización revolucionaria de los obreros y campesinos de Venezuela. Es decir, se trataría de una victoria “transitoria y precaria” sobre el imperialismo que, en lugar de atenuar, agudizaría la lucha de clases.

El triunfo de la resistencia antiimperialista sería, entonces, un punto de apoyo para una nueva ofensiva revolucionaria contra la burguesía, contra Maduro y sus oficiales “democráticos”. La puesta en pie de organismos armados de doble poder pondría a la orden del día la agitación por la toma del poder, es decir, por la dictadura del proletariado formulada como “gobierno obrero y campesino”. Esta ofensiva revolucionaria pondría también a la orden del día la expropiación general y total de la burguesía en reemplazo de consignas económicas de transición. Esta es la dialéctica de la transformación de la posición defensiva del proletariado en posición ofensiva revolucionaria. Las masas explotadas deben comprender que solo con la dictadura del proletariado es posible acabar con el hambre, la pobreza y toda intentona golpista. Y esta dictadura no puede quedar aislada, de lo contrario está condenada a desaparecer o degenerar. La revolución socialista latinoamericana debe extenderse a metrópolis como Francia, donde sus explotados también están en pie de guerra[ix]. Ya desde ahora mismo se debe agitar por la movilización de los trabajadores de EEUU y de las potencias imperialistas en contra de toda intervención yanqui en Venezuela sin brindar el más mínimo apoyo político al gobierno burgués de Maduro.

Los socialchovinistas y falsos trotskistas estuvieron y están en contra de esta política revolucionaria e internacionalista. Llamaron a votar “críticamente” a Chávez y ahora se lamentan de que no exista un proletariado que distinga chavismo de socialismo. El FIT de Argentina ha lanzado un comunicado vergonzoso[x], puramente socialdemócrata, donde no plantea ni siquiera el armamento de los trabajadores, es decir, dejan en manos de los oficiales burgueses corruptos de Maduro la defensa de la “democracia” y de la “soberanía”. Los morenistas de la LIT-CI[xi] y la UIT-CI[xii] también plantean esta “vía pacífica al socialismo”, excluyendo de todos sus comunicados la consigna de comités de autodefensa o milicias obreras y campesinas. Tanto el FIT como los morenistas y otras fracciones revisionistas definen como “progresistas” las movilizaciones de clase media dirigidas por la derecha “traidora”, en lugar de apoyarse en las luchas obreras para conquistar una movilización independiente que arrastre a sus capas empobrecidas. Ninguno de ellos plantea, por lo tanto, una verdadera táctica de independencia política de clase como la que formularon Lenin y Trotsky frente al golpe de Kornílov contra Kerensky, debido a que su meta estratégica no es la revolución socialista sino la revolución “democrática”.

Para desenmascararlos los trotskistas debemos plantear estas consignas de transición como exigencias a los dirigentes de las organizaciones obreras en pos de la constitución de un frente único de lucha. Su negativa a organizar el armamento de los trabajadores los hará perder progresivamente el apoyo de las masas. Al mismo tiempo, sobre la base de un programa revolucionario internacional[xiii], los mejores elementos de la vanguardia deben ser organizados en partido revolucionario con el fin de preparar las condiciones para el triunfo de la insurrección bolchevique y la dictadura del proletariado. La refundación de la Cuarta Internacional sobre la base de las lecciones programáticas más importantes, esa es nuestra tarea estratégica fundamental, esa es la tarea del momento. La crisis de Venezuela y de la humanidad se reducen, pues, a la crisis de la dirección internacional del proletariado.


Notas

[i] <https://nrci.org/blog/2017/10/20/venezuela-la-revolucion-es-la-solucion/>

[ii] <https://elcomercio.pe/mundo/venezuela/juan-guaido-descarta-autorizar-intervencion-militar-estados-unidos-venezuela-entrevista-noticia-605825>

[iii] <https://www.efe.com/efe/america/economia/maduro-anuncia-la-reestructuracion-de-deuda-externa-y-el-pago-por-74-000-millones/20000011-3483695>

[iv] Un ejemplo de esto se puede ver en el conflicto con la transnacional Exxon Mobil en relación a los pozos petroleros de “Liza” en el mar de Guyana, disputados territorialmente con Venezuela. <https://www.washingtonpost.com/business/why-venezuela-is-clashing-with-its-old-foe-exxon-again/2019/01/07/2fbf939a-12bd-11e9-ab79-30cd4f7926f2_story.html>

[v] <https://gestion.pe/mundo/grupo-lima-pide-cambio-gobierno-venezuela-fuerza-declaracion-ottawa-257795>

[vi] <https://nrci.org/blog/2018/07/26/nicaragua-y-haiti-una-sola-lucha-por-la-revolucion-socialista-mundial/>

[vii] <https://nrci.org/blog/2017/10/16/venezuela-la-crisis-del-capitalismo-del-siglo-xxi/>

[viii] Ver la resolución ministerial n.° 9855 de julio del 2016. <http://www.juris-line.com.ve/data/files/3499.pdf>

[ix] <https://nrci.org/blog/2018/12/13/francia-la-rebelion-de-los-chalecos-amarillos/>

[x] <http://www.laizquierdadiario.com/Declaracion-del-Frente-de-Izquierda-contra-la-ofensiva-golpista-en-Venezuela>

[xi] <https://litci.org/es/menu/mundo/latinoamerica/venezuela/no-la-injerencia-imperialista-la-derecha-continental-ningun-reconocimiento-al-gobierno-autoproclamado-proimperialista-juan-guaido-sean-las-masas-trabajadoras-las-expulsen-madur/>

[xii] <http://uit-ci.org/index.php/noticias-y-documentos/71-america-latina/2173-2019-01-28-19-15-03>

[xiii] <https://nrci.org/blog/2019/01/29/declaracion-programatica-sobre-la-situacion-mundial-votada-en-la-iv-conferencia-anual-del-nrci/>

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