¡Fuera las transnacionales y las tropas de la ONU!
En todo el continente africano la crisis política se ha impuesto sobre la estabilidad que necesita el imperialismo para garantizar sus negocios. En la “República Democrática del Congo” (RDC) por lo menos desde el año pasado se vienen sucediendo choques y combates callejeros contra el régimen y el gobierno de Kabila que pretende perpetuarse en el poder. En septiembre la represión le quitó la vida a un centenar de manifestantes y encerró en prisión a más de 200[1]. Hace unas semanas se convocó a una “huelga general” duramente reprimida pero que también acabó con un puñado de policías golpeados o quemados hasta morir[2].
Joseph Kabila, que debería haber llamado a elecciones antes de terminar su mandato en el mes de diciembre, ha lanzado una represión aún más brutal que la acontecida a inicios del pasado 2015. Se trata de una ofensiva dirigida contra los trabajadores y el pueblo explotado y sus hijos que salieron a las calles a enfrentarse a la policía y al ejercito por el pan; víctimas que son parte de una inmensa lista de asesinados y detenidos en este país rico en recursos pero desgarrado por el saqueo imperialista, la guerra civil y la pobreza extrema.
Las últimas protestas tuvieron como marco la reforma electoral puesta en marcha desde inicios del año pasado por el gobierno de Kabila, hijo del ex guerrillero estalinista Laurent-Désiré Kabila, que lo precedió en el poder. Los partidos burgueses de la oposición como las “Fuerzas Nacionales Unidas por la Solidaridad” (FONUS) y la “Unión por la Democracia y el Progreso Social” (UDPS) se han adjudicado la convocatoria, aun en contra de su voluntad, debido a que sus locales fueron atacados por el gobierno, pero la verdad es que el pueblo pobre de la RDC solo está buscando una salida a la miseria. Estos partidos de la burguesía, cuyos dirigentes formaron parte del gobierno asesino de Mobutu Sese Seko, solo quieren su tajada del botín de los piratas europeos y norteamericanos.
Por su parte, la izquierda reformista acusa al imperialismo de saquear la RDC y al gobierno de corrupto y represor, pero para ellos la salida es respetar la constitución y asegurar “elecciones democráticas”[3], una posición casi calcada por los morenistas de la LIT-CI que en su última declaración (del año pasado) llamaban a elecciones libres dirigidas por el pueblo “en general” (¿el frente popular con la burguesía?): “Lo que el pueblo congoleño precisa no es de elecciones manipuladas y organizadas por el imperialismo, bajo ocupación militar, sino de verdaderas elecciones libres, bajo el control de los movimientos populares, como los movimientos organizados de la sociedad civil, los sindicatos, etc.”[4] Por su lado, los falsos trotskistas del WSWS (ICFI) no proponen ninguna salida y ponen todas sus esperanzas en las elecciones[5].
El pueblo explotado de la RDC debe poner en pie sus propias organizaciones de combate, conquistando su armamento ganando a los soldados rasos, para traer abajo al gobierno de Kabila y expulsar al imperialismo, sus transnacionales y bases militares, marchando separado de los partidos burgueses “democráticos”. Solo uniendo su lucha a sus hermanos de clase de “República del Congo”, Burundi, Burkina Faso, Etiopía, Zimbabue y Sudáfrica podrá alcanzar su victoria sobre Kabila. La revolución árabe que sigue viva en el norte africano y pretende ser enterrada a bombazos en Siria debe engarzarse con las luchas revolucionarias de los explotados del África negra. El proletariado europeo y norteamericano debe solidarizarse con marchas y bloqueos de los barcos que envían armas de ocupación. Solo con la toma del poder y el triunfo del socialismo a nivel internacional podrán las masas poner fin a sus padecimientos, sin embargo, bajo la dirección de los partidos reformistas ninguna de estas tareas podrá ser realizada con éxito. ¡POR UN PARTIDO OBRERO REVOLUCIONARIO! ¡POR LA REFUNDACIÓN DE LA CUARTA INTERNACIONAL!
UNA HISTORIA DE OPRESIÓN Y REBELIÓN
La “República Democrática del Congo” posee una superficie que es la quinta parte de todo el continente europeo. Según datos oficiales el 70% de su población vive en la pobreza y centenares mueren todos los meses por enfermedades curables como la malaria o el cólera[6]. Desde el siglo XIX fue la principal colonia de Bélgica, en los tiempos del rey Leopoldo II, famoso por su crueldad y despotismo. Fue llamada el “Congo belga” para diferenciarlo del “Congo francés”, actualmente “República del Congo”. Tomada siempre como fuente de materia prima, hasta la actualidad EEUU y las potencias europeas siguen dominando su economía explotando el caucho y el cobre para su industria automovilística, o el uranio para producir energía nuclear. También el coltán y sus derivados como el tántalo (utilizado para fabricar celulares y otros equipos electrónicos), diamantes, petróleo y otros recursos primarios.
Como sucedió en el resto del continente, la independencia conquistada tras el fin de la segunda guerra mundial, solo supuso un cambio político formal bajo la misma dominación económica imperialista. Su primer gobierno “independiente” (1960) fue encabezado por Patricio Lumumba, un nacionalista burgués. Pero este fue rápidamente desplazado y luego asesinado, sucedido por Joseph Kasa-Vubu que finalmente sería derrocado (1965) por Mobutu Sese Seko. El dictador cambió el nombre del país a “Zaire” y se encargó de masacrar al pueblo sin piedad mientras entregaba, bajo las órdenes de EEUU, los yacimientos más ricos a las transnacionales. En esa época, el estalinista Che Guevara viajó al Congo para imponer la trampa del Frente Popular de la mano de Laurent-Désiré Kabila que además se declaraba maoísta. Kabila pactó con Mobutu una tregua que le permitió gobernar el territorio conquistado por su guerrilla obteniendo una tajada de la explotación minera transnacional. Finalmente, luego de décadas, la guerrilla de Kabila terminaría derrocando a Mobutu (1997), pero por una traición Kabila sería asesinado, quedando el poder en manos de su hijo Joseph (2001).
La caída de Mobutu solo supuso el inicio de una guerra aún más sangrienta conocida como la “Guerra Mundial Africana” por involucrar a cerca de nueve países vecinos bajo las órdenes de diferentes potencias imperialistas. Joseph Kabila firmaría “la paz” el 2003 bajo el auspicio de la ONU y sus tropas de ocupación, sin embargo, el único acuerdo de paz que el pueblo pobre ha disfrutado desde entonces es más guerra, miseria y saqueo transnacional.
UN CONTINENTE CONVULSIONADO POR LA REVOLUCIÓN
A las revoluciones del norte africano (Túnez 2010), región árabe conocida como Magreb, ahora se suman los levantamientos al interior del África negra que tienen un precedente en la insurrección de la isla de Madagascar el 2009. A fines del 2014 los explotados de Burkina Faso salieron a las calles para buscar y finalmente conseguir el derrocamiento del gobierno asesino de Compaoré[7]. Las direcciones oportunistas aceptaron una transición encabezada Zida y Kafando que culminó con la elección presidencial de RMC Kaboré a fines del 2015. Las protestas, sin embargo, no se han extinguido y ahora Francia ha ocupado militarmente la capital como parte de su ofensiva colonialista que comenzó en Malí el 2013[8]. Junto con Burkina Faso, a principios del 2015 entró en crisis la dictadura de Nkurunziza en Burundi, país que comparte su historia con Ruanda en el África Oriental. El dictador aún permanece en el poder y le ha quitado la vida a unos quinientos manifestantes y encerrado a otros cinco mil desde inicios de las protestas[9]. En Sudáfrica, la crisis desatada el 2012 con la huelga minera que terminó en masacre aún no se ha cerrado y ahora tiene a los estudiantes como punta de lanza de las demandas del pueblo pobre. Hace unas semanas fue asesinado un líder estudiantil y nuevas movilizaciones han sido anunciadas[10]. Finalmente, en Etiopía se ha impuesto el estado de emergencia contra las manifestaciones que tienen su epicentro en la región de Oromía, que lucha por su autonomía nacional. El gobierno de Mulatu Teshome ya se ha cobrado la vida de cientos de explotados oromos y etíopes con el apoyo tácito de las potencias y de transnacionales como Nestlé que produce casi la totalidad del principal recurso económico del país: el café[11]. Desde el norte al sur de toda África el capitalismo ha impuesto las cadenas de la esclavitud asalariada y la opresión nacional, sin embargo, las masas no dejan de rebelarse y mostrar en su unidad la fuerza progresiva de la Historia; solo la dictadura del proletariado y el socialismo podrá garantizarles el pan y la libertad que por siglos estos pueblos han anhelado.
Notas
[1] TELESUR, “Protesta deja 100 muertos en la República Democrática del Congo”, 21-9-16.
[2] Reuters, “Congo security forces killed dozens of anti-government protesters: U.N.”, 21-10-16.
[3] TELESUR, “Continúa tensión entre oposición y el gobierno congoleño”, 27-9-16.
[4] LIT-CI, “Fuera Kabila”, 10-2-16.
[5] WSWS, “Unrest in the Congo: Political turmoil rocks Kinshasa”, 24-9-16.
[6] TELESUR, “El cólera causa 517 muertes en República Democrática del Congo”, 2-9-16.
[7] NRCI, “¡VIVA LA REVOLUCIÓN DE LOS EXPLOTADOS DEL ÁFRICA NEGRA!”, 30-01-15.
[8] BBC, “West Africa violence: France to deploy reaction force in Burkina Faso”, 15-03-16.
[9] Financial Times, “Burundi becomes first nation to quit International Criminal Court”, 19-10-16.
[10] Reuters, “South African student killed during protests: presidency”, 21-10-16.
[11] El País, “Nestlé reclama a Etiopía seis millones de dólares en plena hambruna”, 18-12-02.
