SOBRE LA LLEGADA DE OBAMA A CUBA
La visita de Obama a Cuba representa un nuevo avance en la penetración del imperialismo yanqui en la isla, meses después del restablecimiento de relaciones diplomáticas. Es la primera vez, desde el derrocamiento del dictador Batista en 1959, que un presidente de los EEUU pisa suelo cubano.
Esta acción, aunque formal, solo puede tener un profundo significado reaccionario. Contra las declaraciones de la prensa estalinista oficial y sus corresponsales políticos en América Latina, la verdad se abre paso dejando en evidencia a los obreros conscientes de todo el mundo el rol contrarrevolucionario que han venido jugando los hermanos Castro. Transnacionales como “Sherritt” saquean el níquel y el petróleo cubano, mientras los militares castristas manejan los negocios hoteleros guardando sus ganancias en el extranjero[i]. Para estos parásitos el fin del embargo solo puede significar mayor circulación y ganancias a costa del pueblo trabajador. El capitalismo ha sido ya restaurado en Cuba, luego de un proceso lento pero sostenido iniciado de la mano de Rusia en los 80’s y como continuación de los cambios reaccionarios efectuados en China en la década del 70.
Justamente la reciente visita de Obama a la perla del Caribe nos hace recordar la llegada de Nixon a China en febrero de 1972, donde el entonces presidente norteamericano se reunió con el mismísimo Mao Zedong para “normalizar relaciones” bajo el principio común de “coexistencia pacífica”[ii], mientras los EEUU seguían bombardeando Vietnam y preparaban el golpe militar chileno de la mano de Pinochet, nombrado general por el propio Allende. Los Castro jugaron también en ese tiempo un papel reaccionario apoyando la “vía pacífica al socialismo”, la misma política que ahora impulsan en América Latina de la mano de las burguesías bolivarianas y sus gobiernos de Frente Popular. Ahora vemos como Obama posa junto a la imagen del Ché cuando no ha terminado aún de bombardear Siria, ni de aplastar a los obreros de Ucrania; cuando todavía miles de presos sin juicio son torturados en Guantánamo; posa sonriente luego de poner de rodillas a los Castro, a las FARC y a la izquierda chavista mundial.
Los trabajadores del mundo no pueden seguir creyendo en las mentiras de los Castro. Frente a los ojos de la vanguardia revolucionaria han quedado expuestos como ridículos reyezuelos desnudos. La clase obrera cubana y latinoamericana tiene en su juventud reservas suficientes p
ara derrotar al imperialismo y saldar cuentas con los traidores a la revolución. Las advertencias del trotskismo se han cumplido, la lucha por el socialismo se encuentra más vigente que nunca, los trabajadores no tienen otra salida a sus calamidades que la conquista de nuevos partidos revolucionarios y la refundación de la Cuarta Internacional.
[i] Ver en nuestra declaración del año pasado: <http://goo.gl/OMaijJ>.
[ii] Comunicado conjunto de EEUU y China (“Shanghai Communiqué”): <http://goo.gl/7JnPQH>.