Cerca de una década de persecución y resistencia… LOS TRABAJADORES DE LAS HERAS SIGUEN EN PIE DE LUCHA POR LA LIBERACIÓN DE SUS CONDENADOS
¡Abajo la justicia patronal, luchar no es un delito!
El 2006 en el sur de Argentina los trabajadores petroleros de Las Heras protagonizaron un levantamiento en defensa de sus más elementales derechos. Reclamaron contra el absurdo impuesto al salario, la reincorporación de despidos y mejores condiciones laborales que las ofrecidas por el capital transnacional. Esta lucha evidentemente también contó con la oposición de la burocracia sindical a los pies de la patronal. En medio de los enfrentamientos y la intervención de francotiradores pagados por la empresa, un policía resultó muerto e inmediatamente el gobierno “bolivariano” de los Kirchner ordenó la militarización de los barrios y asentamientos. Once trabajadores fueron arrojados a la cárcel sin juicio, torturados y procesados sin pruebas por la justicia patronal.
Tres años después fueron liberados pero el proceso no fue cerrado hasta que el 12 de diciembre de 2013 se conocieron las condenas a los acusados por la muerte del policía Jorge Sayago: cadena perpetua por “homicidio agravado” a Ramón Inocencio Cortez, José Rosales y Hugo González. Franco Padilla fue condenado por “homicidio” pero no recibió prisión perpetua ya que el hecho ocurrió cuando todavía era menor de edad. Cinco años de prisión por “coacción agravada” a los hermanos Pablo y Carlos Mansilla, Daniel y Néstor Aguilar y Rubén Bach. Cinco años como partícipe necesario de “lesiones graves” a Darío Catrihuala. Y absolución para Juan Pablo Bilbao y Alexis Pérez. Luego de la sentencia el tribunal dio plazo para presentar una nueva apelación y resolver definitivamente el caso, la fecha de casación venció el 7 de febrero del 2014 y hasta la fecha no hay respuesta pero es evidente que esto solo se debe a la lucha nacional e internacional librada por los trabajadores en apoyo a sus hermanos de clase de Las Heras.
Con estas condenas se muestra el verdadero rostro de los gobiernos bolivarianos que sirven a su manera al imperialismo y sus transnacionales. En todo el Continente los luchadores de la clase obrera vienen siendo perseguidos y procesados por la justicia patronal: en la Bolivia de Evo Morales fueron encarcelados los mineros de Huanuni; en Colombia siguen presos sin juicio cientos de explotados si es que no son asesinados; en Chile la juventud que se levantó contra el lucro con la educación también está siendo procesada; en Ecuador el bolivariano Correa viene persiguiendo a los campesinos pobres de la CONAIE llamándoles “terroristas”; en Perú se ha condenado a cadena perpetua a los que se levantaron y cometieron el “delito” de ajusticiar a los perros uniformados que bañaron de sangre Bagua; en la Cuba capitalista de los Castro Guantánamo sigue siendo el emblema yanqui de la tortura. También en la Europa imperialista se endurecen las leyes contra los manifestantes, mientras que en Ucrania el fascismo está aplastando al proletariado y sus mejores combatientes. El Estado yanqui-sionista de Israel sigue torturando miles de palestinos, encarcelando niños y adolescentes sin pruebas o por atreverse a levantarse contra la opresión colonial. Esto es solo un retazo de las verdaderas condiciones de vida y la persecución política que sufre el proletariado y su vanguardia combativa en todo el mundo.
Bajo este estado de cosas no es posible ninguna liberación ni desprocesamiento definitivo sin traer abajo esa máquina de tortura y persecución que es el Estado burgués. Solo con la disolución de la policía y destitución de los jueces burgueses, con el pase de los soldados al campo de los trabajadores, es decir, solo con la revolución proletaria es posible la liberación definitiva de las cadenas que nos impune la burguesía para garantizar sus lujos y ganancias. Tampoco esta lucha puede ser nacional, tiene que cruzar las fronteras y es por esta razón que los trotskistas del NRCI nos hicimos presentes en Las Heras como los únicos delegados internacionales a pesar de las enormes limitaciones que sufrimos llevando el mensaje internacionalista de la vanguardia obrera de Perú y de todos los trabajadores del mundo que sienten como suya la causa de los petroleros de Las Heras. Lamentablemente todos los partidos de izquierda de Argentina han abandonado a los condenados por luchar o como el FIT pretenden que con leyes votadas pacíficamente en el congreso burgués es posible conquistar nuestras más mínimas demandas. Otros hablan de “huelga general” pero sin llamar a la autodefensa ni la toma del poder, como si en la Argentina desde la revolución del 2001 no hubiera condiciones para convocar una gran ofensiva contra la persecución y la explotación capitalista a contra-corriente de la popularidad efímera de los oportunistas de siempre.