
Una nueva Intifada se va abriendo paso…
¡Una sola lucha en todo Medio Oriente contra el Imperialismo y el Estado yanqui-sionista de Israel!
Un nuevo ascenso en la lucha del proletariado árabe está protagonizando la juventud revolucionaria de Palestina. Hombres y mujeres están enfrentando heroicamente a la policía asesina de Israel y a su ejército de ocupación carnicero. Solo armados de cuchillos y molotov contra el bien equipado ejército sionista, peleando en las peores condiciones, el pueblo palestino está luchando por su legítimo derecho a la autodeterminación nacional.
Algunos opinan que el ataque en julio contra una vivienda palestina incendiada fue la chispa que dio comienzo a este levantamiento. Otros dicen que fue el ataque sobre las mezquitas de Jerusalén. Lo cierto es que el siete de septiembre el gobierno de Israel ordenó la demolición de 20 mil viviendas palestinas profundizando la ocupación de Gaza y Cisjordania. Tampoco debemos olvidar que solo un año atrás el Estado de Israel bombardeó Palestina asesinando a cientos de hombres, mujeres y niños. La juventud más explotada está encabezando entonces el justo levantamiento de un pueblo martirizado por décadas primero por el imperialismo inglés y ahora directamente por los EEUU por medio de su colonia judía privilegiada sostenida abiertamente por envíos anuales de dólares y armamento. Las movilizaciones pacifistas de la izquierda sionista en la Palestina Ocupada solo son la otra cara de la moneda del genocidio y opresión que se ha impuesto sobre esta nación. La revolución palestina es ahora el principal eslabón de la cadena de revoluciones proletarias árabes que desde fines del 2010 han puesto en crisis el dominio del imperialismo y la burguesía en la región. Los trabajadores tunecinos engañados por el frente popular, las milicias de Libia que enfrentan al golpista Haftar, el Egipto ahogado por la contra-revolución, la resistencia revolucionaria y anti-imperialista en Siria, Yemen e Irak, todos tienen ahora en la Intifada palestina un nuevo contingente de combatientes contra la explotación y el colonialismo.
Sin embargo, la rebelión de la juventud más oprimida del mundo está siendo boicoteada abiertamente por el gobierno de Al-Fatah en Cisjordania y de manera encubierta por Hamás en Gaza. La burguesía nativa de Palestina ha demostrado ya miles de veces su disposición a la conciliación y capitulación frente al Estado de Israel. Como enemigo absoluto de la revolución de los explotados, la burguesía palestina jamás buscó armar al proletariado y al pueblo, incluso cuando la vieja OLP reivindicaba de palabra la lucha armada por la destrucción del Estado de Israel. Finalmente Al-Fatah terminó abandonando abiertamente esta demanda y empezó a negociar lo que terminaron siendo los Acuerdos de Oslo, donde aceptaban la ocupación yanqui-sionista de 1947 y el hacinamiento del pueblo palestino en dos franjas sin continuidad territorial, un “Estado” bantustán como el concedido por el Apartheid sudafricano. Esta es pues la maldita política de los “dos Estados” que el imperialismo impulsa de mano de esta burguesía cipaya y que la juventud que combate en Jerusalén con justicia repudia. Y es que el “presidente” de esta Palestina amputada, Mahmud Abás, está reprimiendo la rebelión de su propio pueblo en nombre de la paz de Gandhi y los métodos de Thoreau, demostrando que detrás de todo pacifista se esconde un agente de la contra-revolución. Hamás por su parte dice apoyar la rebelión pero finalmente hombres, mujeres y niños siguen peleando armados solo de cuchillos, piedras y palos en las peores condiciones contra el mejor ejército del mundo. Así como el ISIS en Siria e Irak, la burguesía islámica de Hamás jamás conducirá al pueblo palestino a su liberación porque esto solo es posible con la revolución proletaria que ellos repudian. Si se impone la derrota será el pueblo pobre el que sufra los bombardeos de la venganza y no los ricos que invierten más en Israel que en Gaza o Cisjordania.
La tarea inmediata del pueblo palestino es obtener el armamento necesario para conquistar la destrucción del Estado yanqui-sionista de Israel y poner en pie un Estado único, laico e independiente sobre Jerusalén y todo el territorio histórico de Palestina. Sin embargo para conquistar esta tarea democrática no se puede contar con la burguesía, solo el proletariado palestino puede dirigir a la nación hacia su liberación haciendo uso de los métodos de la insurrección; la expropiación de la burguesía es pues inevitable y absolutamente necesaria, una Palestina independiente solo es posible bajo la dictadura del proletariado y bajo el socialismo sostenido por una Federación de Países Socialistas de todo Medio Oriente. Luego de décadas de traiciones y derrotas es evidente que cualquier otro camino solo es una triste utopía escupida sobre los rostros de los niños y mujeres asesinados en Palestina. Esta es la ayuda que ofrece la izquierda reformista. La mayoría se encuentra ahora detrás de la campaña burguesa “Boicot, Desinversión y Sanciones” (BDS) presionando pacíficamente a los gobiernos burgueses para que rompan su propia solidaridad de clase con Israel en lugar de organizar desde los sindicatos y barrios obreros el envío de dinero, hombres y armas para el triunfo de Palestina sobre Israel. Este es el verdadero sentir de la vanguardia proletaria que marcha en New York, París o Santiago de Chile en apoyo a Palestina a pesar de tener creencias distintas incluyendo la judía. Contra ellos se levantan los estalinistas porque finalmente fue el mismo Stalin quien aprobó la invasión de Palestina y le aportó armas desde Checoslovaquia. Sin embargo, falsos trotskistas también siguen sus pasos apoyando las movilizaciones pacifistas de la izquierda sionista del Tel Aviv y su base social reivindicando al sionismo de izquierda y su base social: la aristocracia obrera judía alimentada y armada por los EEUU.
¡No más cuchillos contra tanques: armamento generalizado de las masas palestinas! ¡Libertad inmediata a todos los presos palestinos en las cárceles del sionismo y sus gobiernos aliados!
¡Huelga general revolucionaria en Jerusalén y toda Palestina Ocupada!
¡Expropiación sin pago y bajo control obrero de todos los bienes del imperialismo y el sionismo!