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¡VIVA LA REVOLUCIÓN DE LOS EXPLOTADOS DEL ÁFRICA NEGRA!

Los obreros y campesinos pobres de Burundi siguen los pasos de sus hermanos de Burkina Faso… 

¡ABAJO EL GOBIERNO DE NKURUNZIZA, LACAYO DEL IMPERIALISMO!

La crisis mundial del capitalismo no podía dejar de afectar al esclavizado continente africano. De hecho la revolución proletaria aquí empezó en los países árabes del norte (Magreb): Túnez, Egipto y Libia. La prueba absoluta de la inviabilidad del actual sistema se prueba justamente en las olas revolucionarias que vienen recorriendo el mundo por lo menos en los últimos veinte años después de los golpes restauracionistas del 89, desde Sudamérica hasta Europa del Este hoy, pasando por el mundo árabe y ahora el continente africano.

La revolución de los explotados del África Negra comenzó en Burkina Faso (en la parte occidental del continente) a fines del año pasado, cuando las masas irrumpieron en las calles, asediaron el parlamento burgués y derrocaron el gobierno de Compaoré. Ahora son los obreros y campesinos pobres de Burundi los que han tomado su destino en sus manos y están combatiendo para derrocar al régimen de Nkurunziza. Ya se cuentan decenas de heridos y el propio ejército ha entrado en crisis, los soldados empiezan a confraternizar con los obreros que están armándose con lo que pueden. Así como en Burkina Faso, en Burundi el imperialismo pretende superar la crisis de su dominio imponiendo la trampa de las elecciones. Los partidos burgueses de “oposición” las rechazan pero están conteniendo a través de sus agentes pequeño-burgueses dentro del movimiento popular, las energías revolucionarias de los esclavos asalariados del África Negra. Si esta política tiene éxito, entonces la revolución proletaria será derrotada y el precio lo pagarán las masas.

Burundi tiene una larga historia de colonialismo y revolución que comparte con Ruanda del que se separó en los 60’s como parte de la política de balcanización del imperialismo belga que tomó la posta de los alemanes durante la primera guerra mundial. La burguesía de Bélgica es conocida en la historia por su barbarismo a la hora de colonizar África y fueron justamente los países centrales (como el Congo) los que sufrieron más su política sanguinaria. Luego se perpetrarían nuevos genocidios, como el de Ruanda en 1994, cuando los gobiernos de Bélgica y Francia armaron e instigaron a una parte de la población para que asesinara a la otra, explotando las diferencias raciales entre “hutus” y “tutsis”. Toda la historia del colonialismo europeo en estos países está marcada por la utilización siniestra de estos pueblos para que se masacren mutuamente mientras las potencias saquean su territorio. De hecho, la invasión de Malí (África Occidental) por el ejército francés el 2013, es la prueba saltante de que el imperialismo europeo sigue más vigente que nunca.

Burundi es uno de los países más pobres y atrasados del mundo. El 90% de su población trabaja en el campo pero también cuenta con una industria que aporta el 20% de la producción bruta interna, es decir, existe un proletariado asalariado que cumple un rol clave en la economía. Por otro lado, por muy pobre que sea un país, no deja de ser provechoso para las transnacionales que con migajas ponen en pie una compacta clase media y que junto a la burguesía local sirven de correa de transmisión de los intereses imperialistas dentro del movimiento obrero y campesino. De esta clase media, el rol central lo juega la aristocracia obrera (que trabaja menos y gana más) que es la base social inmediata de los sindicatos estatizados (subordinados a las leyes burguesas) que en Burundi se agrupan en dos confederaciones (la COSYBU y la CSB). Son estos aparatos los que están jugando un rol fundamental al sembrar falsas ilusiones en las instituciones seudo-democráticas de la burguesía, desarmando y hundiendo la revolución socialista (por su naturaleza de clase), bajo la orientación del “Foro Social Mundial” que se reunió en Túnez para preparar esta política contra-revolucionaria. Las tareas inmediatas para las masas son el derrocamiento del régimen militar-policial, la reforma agraria y la liberación y unidad nacional, cuestiones que la burguesía nativa y el reformismo en más de un siglo no ha podido resolver. La intentona fraudulenta del militar Niyombare, es prueba reciente de ello.

No es posible hablar de ninguna liberación nacional en el África sin plantear la necesidad de unir a todos los pueblos esclavizados en un gran y único movimiento revolucionario anti-imperialista. Naciones amputadas como las de Burundi, Ruanda y los países del África no pueden tolerar más su separación artificial en beneficio exclusivo del colonialismo europeo y norteamericano. Las condiciones para su unificación revolucionaria sobran: vemos como países centrales como la RD del Congo y Gabón están también en crisis políticas sucesivas mientras que en la parte occidental Burkina Faso encabeza el movimiento que también se ha expandido a las pequeñas naciones costeras como la de Togo. Los combativos trabajadores mineros de Sudáfrica aún siguen peleando y ahora más que nunca es necesario unir su lucha a la de sus hermanos de clase de Burundi. ¡POR UNA FEDERACIÓN DE REPÚBLICAS SOCIALISTAS DEL ÁFRICA!

Ningún gobierno burgués por más “progresivo” que se muestre puede resolver las urgentes necesidades de las masas, exacerbadas por la crisis agónica del capitalismo mundial; la única salida posible es el armamento, los soviets y la toma del poder, es decir, la puesta en pie de un gobierno revolucionario de los obreros, campesinos pobres y soldados rasos. Está revolución no puede quedar aislada, debe soldarse con el combate del proletariado del mundo árabe pero también del continente americano donde los esclavos del África fueron llevados pero donde sus descendientes están ahora peleando en Haití y en las calles de Ferguson y Baltimore, poniendo en pie sus milicias para la auto-defensa, como lo hicieran hace ya medio siglo atrás. Esta revolución debe llegar sobre todo a la Europa esclavista de la mano de las milicias obreras de Dombás, de los trabajadores de Armenia y de los explotados de Grecia que están enfrentando también las políticas de hambre de la burguesía imperialista.

 

¡ABAJO EL GOBIERNO DE NKURUNZIZA Y SUS ELECCIONES FRAUDULENTAS! ¡HUELGA GENERAL Y ARMAMENTO DEL PROLETARIADO! ¡POR COMITÉS REVOLUCIONARIOS DE OBREROS, CAMPESINOS Y SOLDADOS RASOS!

¡EXPROPIACIÓN SIN PAGO Y BAJO CONTROL OBRERO DE TODAS LAS TRANSNACIONALES! ¡POR LA NACIONALIZACIÓN SIN PAGO DE LA TIERRA! ¡DESCONOCIMIENTO DE LA DEUDA EXTERNA!

¡LAS DIRECCIONES REFORMISTAS DEBEN ROMPER SU COLABORACIÓN CON LA BURGUESÍA Y LLAMAR A LOS PUEBLOS DEL ÁFRICA A SOLDARSE EN UNA SOLA REVOLUCIÓN CONTRA EL HAMBRE, LA ENFERMEDAD Y LA MUERTE A LA QUE NOS CONDENA EL CAPITALISMO EN SU FASE IMPERIALISTA DE DECADENCIA!

¡POR UN GOBIERNO PROVISIONAL REVOLUCIONARIO DE LOS OBREROS, CAMPESINOS Y SOLDADOS RASOS!

¡POR LA REFUNDACIÓN DE LA CUARTA INTERNACIONAL Y SU SECCIÓN AFRICANA!

30 DE JUNIO DE 2015
NÚCLEO POR LA REFUNDACIÓN DE LA CUARTA INTERNACIONAL

REVOLUCIÓN EN BURKINA FASO

burkina 1

A finales de octubre del 2014, los explotados de este país del África Occidental
salieron a combatir a las calles abriendo la revolución que derrocó el gobierno de Blaise Compaoré. Sin embargo, el general Honoré Traoré, jefe del Estado  Mayor de las Fuerzas Armadas, asumió la jefatura del Estado con la promesa de llamar a elecciones. Posteriormente, la cúpula del ejército tomó la decisión, en pacto con los partidos burgueses de oposición, que sea el militar Isaac Zida quien asuma el gobierno interino. Mientras tanto la ONU, junto a la “Unión Africana” de gobiernos lacayos (Ghana, Nigeria, Senegal, entre otros), “presionaron” a Zida para que en dos semanas deje el poder a favor de un civil, siendo finalmente nombrado Michel Kafando, diplomático representante del país frente a la ONU imperialista. Mientras tanto las masas seguían asediando la capital apostadas en la “Plaza de la Nación”.  “Los militares nos han robado la revolución”, decían las pancartas en una de las manifestaciones. Cómplices de este robo fueron las direcciones reformistas que llamaron a las masas abandonar las calles y aguardar hasta las próximas elecciones ofrecidas para fines de este año. Gracias a esta política internacional de colaboración de clases, la burguesía ha logrado salir temporalmente de su crisis de dominio, pero ahora tiene que lidiar con los nuevos levantamientos revolucionarios de los esclavos del África Negra, deseosos de seguir el camino de los únicos hombres justos de Burkina Faso: los trabajadores del campo y la ciudad.  

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