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VENEZUELA: LA CRISIS DEL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI

El capitalismo siempre será donde sea y en cualquier momento de la historia un infierno de sufrimientos para la clase obrera. Con el inicio del siglo XX comenzó también la fase final, de agonía y putrefacción de este sistema económico y social basado en la explotación del trabajo ajeno. La burguesía se creía invencible, pero fue derrocada en Rusia donde los trabajadores tomaron el poder en 1917, liderados por la fracción marxista internacional de Lenin y Trotsky, comenzando a liquidar las bases del capitalismo, recibiendo no una parte miserable, sino toda la enorme riqueza producida con su trabajo colectivo. Los obreros y campesinos pobres, juntos vencieron a los explotadores obteniendo grandes conquistas en educación, salud, cultura, etc. Pero por la traición de la burocracia de Stalin que degeneró el poder obrero, el proletariado no pudo imponer su gobierno en todo el mundo. El Estado obrero quedó aislado y cercado por el capitalismo mundial. Brutalmente perseguido por Stalin, Trotsky puso en pie la Cuarta Internacional en 1938, para continuar la lucha por la revolución socialista mundial, ante la degeneración de la Tercera Internacional.

Trotsky fue finalmente asesinado por un agente de Stalin y los trotskistas abandonaron la centralización de la Cuarta Internacional, adaptándose al estalinismo o la socialdemocracia para finalmente degenerar completamente. La cadena de revoluciones y extraordinarios combates obreros del periodo de 1968 a 1975, fue también una cadena de traiciones, principalmente de la socialdemocracia, el estalinismo y el seudo-trotskismo. Esto preparó el camino para que la burocracia estalinista terminara por entregar abiertamente los Estados Obreros al imperialismo. La burguesía restauró entonces el capitalismo y destruyó la mayoría de conquistas proletarias de un siglo. Para esto bombardeó Yugoslavia, invadió Medio Oriente, impuso hambrunas, asesinó jóvenes y niños y sobre sus cadáveres declaró triunfante que el socialismo, el marxismo y la revolución habían muerto para siempre. Los falsos socialistas, los reciclados, los arrepentidos, pacifistas, sindicaleros, electoreros, los renegados, los vendidos, estalinistas, seudo-trotskistas, en fin, toda la fauna reformista también festejó. Celebraron que finalmente la revolución bolchevique fuera derrotada; festejaron que el marxismo revolucionario sea satanizado y aislado de las masas obreras; celebraron que ahora los trabajadores les quedaría ser dirigidos solo por ellos.

Los festejos de la burguesía y sus reformistas a sueldo duraron en realidad muy poco. En 1989 caía el Muro de Berlín, elevado a símbolo de la restauración del capitalismo, pero también ese mismo año los explotados de Venezuela enfrentaron en las calles el paquetazo económico del gobierno burgués de Pérez, luchando cuerpo a cuerpo contra el ejército asesino, dejando en barricadas miles de mártires revolucionarios, combate que se conoció después como El Caracazo y que este mes cumple su 25 aniversario. Este fue en realidad, el origen remoto de la revolución proletaria latinoamericana que aún no ha sido aplastada y que conquistó brillantes victorias derrocando gobiernos en Ecuador, Argentina y sobre todo en Bolivia, donde la clase obrera fue definitivamente más lejos. Como era de esperarse, por orden de la burguesía, los reformistas entraron nuevamente en acción. Los mismos que habían repudiado la más mínima medida radical, los mismos que por ejemplo llamaron a votar por Fujimori en Perú, los enemigos jurados de la revolución, luego se montaron en el levantamiento de los trabajadores para traicionarlos por enésima vez. Y entonces, los reformistas impusieron que la clase obrera que tumbaba gobiernos no llame a levantarse también a los soldados contra la casta de oficiales, que no se prepare para tomar el poder, sino que se aliste para votar en las urnas de la burguesía. Reformistas, estalinistas y falsos trotskistas (como la LIT-CI) hicieron campaña electoral por Lula da Silva en Brasil, por Evo Morales en Bolivia, por Hugo Chávez en Venezuela, por Humala en Perú, todos representantes de la burguesía local, socia menor de las transnacionales imperialistas. Se pusieron en pie gobiernos de “frente popular”, es decir, gobiernos burgueses con obreros o campesinos vendidos ocupando cargos. Y fue así como la clase obrera, que fue capaz de derrocar tiranos y aterrorizar milicos, terminó, engaña y confundida, renunciando a luchar por su poder y dando su respaldo al zorro burgués vestido de socialista.

Para engañar mejor al rebaño obrero, los reformistas, centralizados y dirigidos desde La Habana por Fidel Castro, empezaron a inventarse nuevos nombres para sus viejas y podridas fórmulas pacifistas y colaboracionistas. “Capitalismo

andino-amazónico” (etnias en lugar de clases) lo llamaron en Bolivia, “revolución ciudadana” (no de clase) para Ecuador, “socialismo del siglo XXI” y “revolución bolivariana” (por el militar burgués Simón Bolívar) para Venezuela y también para el continente. Porque definitivamente, fue Fidel y Chávez, el castro-chavismo, la jefatura incuestionable de todos los reformistas de Latinoamérica centralizados en el Foro Social Mundial. La nueva terminología no era más que un conjunto de etiquetas para clasificar la basura revisionista de siempre. Si esto fue evidente para el trotskismo principista antes del “experimento” reformista, ahora, después de una década, es ya incuestionable para cualquiera que no sea un vil traidor o un completo imbécil, parafraseando a Lenin.

Esto es ya evidente incluso para los propios inventores de los más “modernos” sistemas sociales. Heinz Dieterich, el creador del socialismo del siglo XXI, nos habla ahora de la economía “realmente existente”

en Venezuela:

“Con un 49.4% de inflación anualizada (sept. 2012-13, BCV), Venezuela terminará el 2013 con una

hiperinflación de alrededor del 58%…Tal inflación genera una tasa de ahorro cero de los asalariados…fuga de capitales; escasez de productos y, finalmente, a una inevitable y brutal devaluación de jure. Peor aún: tal espiral inflacionaria se combina con un crecimiento anual del PIB del 1% (CEPAL), menor que el crecimiento demográfico…Ante este panorama, el aumento del 45% al salario mínimo anunciado por el Presidente Maduro para el 2013, ni siquiera compensa la pérdida de la capacidad adquisitiva de los trabajadores respectivos. Al mismo tiempo el índice de escasez se encuentra en 21.2%. La deseada sustitución de importaciones, de industrialización, de soberanía alimenticia y financiera, ha quedado esencialmente en buenos deseos: las importaciones estatales crecieron de 2003 al 2012 en casi 900%; el peso industrial-manufacturero en el PIB no ha aumentado (Sutherland); el Presidente acaba de autorizar la compra de 3,5 millones de toneladas (sic) de alimentos por un valor de 4.6 mil millones de dólares y el costo de los créditos adquiridos por el Estado y PdVSA tiene un promedio de 11,59 % anual: casi el doble del promedio del de las naciones en desarrollo (de acuerdo a cifras del Bank of America)…La política de Maduro y Cabello se debe al intento surrealista de prolongar el modelo político-económico de Hugo Chávez, ya agotado estructuralmente en el 2010. Como el modelo no tenía nada de socialismo, el Comandante nunca tuvo la intención de destruir a la burguesía. Sólo quería que aceptara la legalidad de su gobierno. Igual que Perón, Correa, Evo et al. Por eso, ante todo conflicto serio respectivo cedió y sacrificó a sus lugartenientes (Samán, Vielma Mora, etc.)”. (Negritas nuestras).1

A confesión de parte, relevo de pruebas. Y es así, porque Dieterich fue (y en realidad sigue siendo) parte de la estafa de la revolución bolivariana. Él fue su principal ideólogo y orientador, y con esto no hace más que confesar la enésima bancarrota teórico-práctica del reformismo. El “socialismo del siglo XXI”, no terminó siendo más que una vulgar reinvención del revisionismo anti-obrero del siglo XIX. La economía venezolana no está más que integrada, como todas, a un sistema económico en fase terminal y en consecuencia está sufriendo todos sus achaques. La clase obrera venezolana como la del conjunto del continente, está sufriendo padecimientos terribles, hambre, explotación, represión, falta de medicamentos, vivienda, trabajo. Pero bajo el capitalismo, lo que le falta al pobre trabajador, le sobra al rico explotador.

Es por eso que en Venezuela los verdaderos beneficiarios del “socialismo del siglo XXI”, han sido los capitalistas nacionales y extranjeros: “Ahora que el gobierno decretó un margen de ganancia del 30%, que la inflación es la más alta de América Latina y que las empresas no pueden sacar sus divisas del país, pareciera que Venezuela se ha vuelto el lugar menos atractivo del mundo para tener un negocio.

Pero también ocurre que un puñado de transnacionales de las industrias alimentaria, bancaria y petrolera, entre muchas más, no solo optaron por quedarse en Venezuela, sino por mantener en este país una de sus operaciones más grandes en América Latina. Cientos de multinacionales aún operan en Venezuela, incluyendo Procter & Gamble, Chevron y TelefónicaVenezuela exporta más de dos millones de barriles de petróleo al día. Producir un barril le cuesta US$15, y lo vende a US$105. Esos US$90 por barril son lo que se conoce como la “renta petrolera”, un dinero que no solo permite al gobierno la expansión del gasto público, sino que le garantiza préstamos en el exterior… Las transnacionales no se suelen quejar -al menos públicamente- de que el gobierno imponga restricciones y controles.

De hecho, Waleska Miguel, una alta funcionaria de Coca-Cola en Venezuela, dijo esta semana que la multinacional estadounidense mantiene una “extraordinaria” operación en el país. Quien lleva la voz de las quejas suele ser Fedecámaras, el organismo que agrupa al sector privado en Venezuela, a quien el gobierno critica por haberse convertido más en un actor político” . (Negritas nuestras).2

Los problemas monetarios también benefician a la burguesía: “Otro factor es la fuga de capitales que ronda los 150 mil millones de dólares en los últimos nueve años. El control de cambio de divisas sólo funcionó alrededor de 2003. Hoy día asfixia al pueblo y las clases medias, mientras que transfiere anualmente unos 43 mil millones de US-dólares preferenciales a la burguesía. Ésta agradece el favor de la Revolución ‘bolivariana y cristiana,’ generando unos 2,7 mil millones (sic) de dólares anuales, a cambio”3.

En relación a la política monetaria internacional del imperialismo yanqui, la moneda venezolana viene perdiendo valor frente al dólar. La tasa oficial impuesta por el Estado es de 1 dólar = 6.3 bolívares, pero en el mercado negro (ilegal) es de 1 dólar = 80 bolívares. La devaluación de la moneda nacional siempre favorece a los exportadores y perjudica a los importadores que son los que venden productos extranjeros a la población que no gana dólares, sino bolívares. Los importadores reciben entonces la moneda local

que deben cambiar por dólares para poder comprar nuevamente productos extranjeros que vender. Los importadores van al mercado negro, porque en el mercado legal no hay muchos dólares para cambiar. De esta forma, si antes cambiaban 10 bolívares por 1 dólar, ahora tienen que invertir 8 veces más para poder conseguir un dólar. Como aumentan sus costos, para mantener sus ganancias parasitarias, los importadores multiplican a su vez los precios de los alimentos y productos que ofrecen a la población local, llevando a que Venezuela tenga una de las tasas de inflación de precios más alta del mundo (como en el primer gobierno del APRA). Peor aún, la burguesía está dejando de invertir en importación, con lo que se impone la escasez de productos de primera necesidad. Con los precios por los cielos y las tiendas sin productos, el hambre se está imponiendo sobre las familias obreras de Venezuela.

Sin embargo, el flagelo del aumento de los precios no es llanero, sino internacional. Se trata de una tendencia mundial de la que son responsables directos los grandes monopolios de la alimentación mundial.

La ONG imperialista OXFAM, releva datos sobre esta cuestión: “…el informe “El lado oscuro del cereal”, …analiza el papel de las cuatro grandes comercializadores de materias primas (cereales y oleaginosas) –Archer Daniels Midland (ADM), Bunge, Cargill y Louis Dreyfus, conocidas colectivamente como las ABCD–, que controlan el 90% del mercado mundial de cereales, ‘como actores decisivos en la reestructuración mundial que están experimentando los sectores de la alimentación, la alimentación animal y los combustibles’, pese a que la mayoría de los que cereales que se producen nunca atraviesan una frontera. Por ejemplo, sólo el 18 por ciento de la producción mundial de trigo y el 10 por ciento de la de maíz se comercializan internacionalmente. El informe incluye un debate acerca de cómo las y los pequeños productores y productoras de países empobrecidos se ven afectados por estos cambios, A juicio de las personas autoras del informe, entender el poder económico y político de las ABCD resulta esencial para desarrollar una estrategia inteligente que permita emprender los cambios que protejan los intereses de la pequeña agricultura, así como de los consumidores y consumidoras de bajos recursos en los países empobrecidos. El informe constata que estas comercializadoras mundiales y las transnacionales que trabajan con ellas, como Monsanto, Syngenta, Walt-Mart o Carrefour, tienen excesivo poder para condicionar las políticas gubernamentales, las cuales lo favorecen mediante la privatización de las actividades de los sectores públicos, la liberalización del comercio y la desregulación de las finanzas4. Esta especulación criminal fue un factor fundamental que hizo estallar la heroica revolución proletaria árabe que ahora está sufriendo en Siria, la venganza cobarde y contrarrevolucionaria del imperialismo de la mano de Al-Assad sostenido abiertamente por todo el reformismo mundial y grandes grupos seudo-trotskistas también.

Este es pues el verdadero rostro del “socialismo del siglo XXI”, el capitalismo semi-colonial de siempre vendido como “superación del marxismo”. Hace ya más de un siglo que las burguesías locales, nativas, se han mostrado incapaces de realizar sus propias tareas democráticas expropiando transnacionales y terratenientes; estúpido y absurdo seria pensar que son capaces de liberar a la clase obrera expropiándose a sí mismas. Y es que no puede haber ninguna clase de socialismo por vía pacífica y bajo la jefatura de militares “patriotas”.

La liberación de la clase obrera solo puede ser obra de la clase obrera misma, de una revolución permanente contra la burguesía mundial hasta liquidarla por completo: “Con respecto a los países de desarrollo burgués retrasado, y en particular de los coloniales y semicoloniales, la teoría de la revolución permanente significa que la resolución íntegra y efectiva de sus fines democráticos y de su emancipación nacional tan sólo puede concebirse por medio de la dictadura del proletariado, empuñando éste el poder como caudillo de la nación oprimida y, ante todo, de sus masas campesinas….La dictadura del proletariado, que sube al poder en calidad de caudillo de la revolución democrática, se encuentra inevitable y repentinamente, al triunfar, ante objetivos relacionados con profundas transformaciones del derecho de propiedad burguesa…La revolución democrática se transforma directamente en socialista, convirtiéndose con ello en permanente… La revolución socialista empieza en la palestra nacional, se desarrolla en la internacional y llega a su término y remate en la mundial. Por lo tanto, la revolución socialista se convierte en permanente en un sentido nuevo y más amplio de la palabra: en el sentido de que sólo se consuma con la victoria definitiva de la nueva sociedad en todo el planeta” (León Trotsky, La revolución permanente, 1930).

Luchas obreras y presión imperialista

Desde el Caracazo, la clase obrera venezolana ha seguido protagonizado grandes combates por el conjunto de sus demandas. Con la actual crisis del capitalismo mundial y de la estafa “socialista” del siglo XXI, el proletariado no ha dejado de pelear, todo lo contrario, ha ido multiplicando sus luchas a lo largo y ancho de Venezuela. Tan solo para referirnos a los últimos meses, trabajadores petroleros, automotrices y textiles vienen enfrentando el hambre y la represión impuesta por los herederos políticos de Bolívar, el Napoleón de las retiradas, a decir de Marx. Los trabajadores petroleros de la región de Anzoátegui están en pie de lucha exigiendo la discusión de sus demandas expresadas en su contrato colectivo. Sin embargo, a principios de este mes fueron brutalmente reprimidos por el ejército, la “guardia nacional”, dejando heridos y una decena de detenidos, incluyendo al secretario general de la federación sindical petrolera, José Bodas, acusados todos de “resistencia a la autoridad” y “promoción a la suspensión del trabajo”. Los dirigentes fueron liberados días después, pero siguen procesados, mientras se han prohibido todo tipo de reunión o manifestación como en las peores dictaduras.

Peor es incluso la situación de los trabajadores ensambladores de CIVETCHI que tienen a ocho compañeros presos por ser parte de la lucha por poner en pie su sindicato. En un video que se encuentra en tribunales, aparece el jefe de la patronal declarando que “el gobierno no quiere sindicatos y la orden que tengo es acabarlos, o sea, acabar significa hacer todo lo posible para que no se instale el sindicato”5. CIVETCHI es un ejemplo del tipo de empresas mixtas que la boliburguesía promociona como “socialismo” donde los trabajadores sufren las peores condiciones de trabajo.

Los obreros hicieron huelga en octubre del año pasado y también fueron brutalmente reprimidos. Estos ataques se suman a casos como el del procesado dirigente siderúrgico Rubén Gonzales y también a las víctimas del sicariato patronal, que en el 2013 llegaron a 60 incluyendo el cobarde asesinato del dirigente de los campesinos sin tierras, Sabino Romero.

¡Desprocesamiento inmediato de los trabajadores petroleros de Venezuela! ¡Libertad inmediata a los obreros de CIVETCHI! ¡Tribunales obreros y populares para juzgar a los responsables de estos crímenes contra los explotados! ¡Una sola lucha con sus hermanos de clase de Las Heras, Argentina y con todos los explotados encarcelados por la burguesía en todo el mundo!

Solo unos días antes del ataque contra los petroleros de Anzoátegui, los obreros automotrices de la filial venezolana de Toyota en Sucre, sufrieron también la brutal arremetida de las fuerzas militares de la “revolución bolivariana” cuando exigían el respeto a su contrato colectivo. Sobre ellos pesa también el decreto presidencial 625, lanzado por Maduro en diciembre del año pasado, ley que beneficia exclusivamente a las transnacionales liquidando conquistas obreras de décadas. La burocracia chavista de la Federación Unitaria de Trabajadores Automotrices, Autopartistas y Conexas (FUTAAC), se vio obligada a reconocer y denunciar que: “La industria automotriz está paralizada…En el año 2013 todas las ensambladoras laboraron a menos de un cincuenta por ciento (50%) de su capacidad instalada…ahora pareciera más bien, que nos repudian y que no quisieran que existiéramos los revolucionarios. Una muestra de ello ocurrió recientemente cuando los trabajadores de Toyota fueron reprimidos tan sólo por hacer un acto de protesta que ni paralizaba la producción ni interrumpió la libre circulación”6. ¡Abajo la represión asesina de Maduro contra la clase obrera! ¡Comités de autodefensa para enfrentar el ataque del ejército y de los matones de la burguesía bolivariana y derechista!

También a fines de enero, los trabajadores de la empresa de hilos Wonder (Aragua) se pusieron en pie de lucha exigiendo su expropiación, ya que la patronal ha anunciado el cierre ilegal de la fábrica que dejaría a los trabajadores en la calle. Los textiles buscan así retomar la heroica lucha de los trabajadores de SIDOR que hace un par de meses enfrentaron también la represión bolivariana durante su huelga que duró 31 días. Con su paralización y demandas, los obreros de SIDOR muestran cual es el verdadero rostro de la estatización chavista, llamada “socialismo del siglo XXI”. La lucha de los obreros de Wonder no puede ser nuevamente expropiada por los bolivarianos y su estafa de nacionalización burguesa: ¡Expropiación sin pago y bajo control obrero, de toda empresa que cierre o despida trabajadores, de todas las trasnacionales yanquis, japonesas y europeas!

Esta es pues la verdadera situación de los trabajadores que tienen el privilegio de vivir en la patria de la revolución bolivariana. Estas luchas vienen marcando la posibilidad de un nuevo ascenso obrero, pero bajo una situación mundial definida por la restauración del capitalismo en Cuba a manos de los social-gusanos de Castro, por el genocidio en Siria a manos de Al-Assad a cuenta del imperialismo, por el ascenso del fascismo en Grecia, por el retroceso y persecución a la vanguardia obrera en sectores clave de la lucha de clases internacional, todos estos ataques sostenidos por el Foro Social Mundial. La clase obrera no se ha rendido, sigue combatiendo a pesar y en contra de sus direcciones y de la ofensiva del imperialismo azuzado por una de las más grandes crisis del capitalismo. El imperialismo es reacción en toda la línea. El genocidio en Siria muestra de lo que es capaz de hacer la burguesía para sobrevivir mientras dura su agonía histórica.

La agudización de la crisis económica está agudizando la lucha de clases; la burguesía lanza guerras y genocidios, suelta las cadenas del fascismo, refuerza las armas del bonapartismo. La clase obrera responde resistiendo heroicamente y también con nuevos combates que el reformismo busca extinguir a toda costa. Lo que definitivamente quedó atrás es toda estabilidad y paz social. Solo bajo este contexto internacional es posible entender la situación que está viviendo Venezuela. El imperialismo, sus socios nacionales y sus agentes sindicales deben impedir a toda costa un nuevo ascenso obrero. Necesitan descargar todo el peso de su crisis sobre los huesos del proletariado, liquidando cada una de sus conquistas. Necesitan mano de hierro para imponer todos los ajustes necesarios: el salario de China, la educación de Chile, la salud de Haití, el desempleo de Grecia y España.

Pírricas victorias electorales registran distorsionadamente el descenso del chavismo empujándolo a nuevos pactos reaccionarios y menos vacilaciones, menos oscilaciones bonapartistas. Mientras masacraba obreros sin piedad, Maduro lanzó también tímidas medidas “contra la especulación capitalista”. Sin embargo, tuvo que retroceder inmediatamente7 a la menor provocación del imperialismo.

Sus mercenarios políticos agrupados en la “Mesa de la Unidad Democrática” (MUD) vienen impulsando movilizaciones estudiantiles y provocaciones que en realidad son la respuesta a las recientes luchas del proletariado venezolano. Sin dejar de condenar la represión contra estudiantes hijos de explotados o incluso obreros confundidos trágicamente en estas protestas, no se puede dejar de definir estas movilizaciones como armas de presión imperialista, apoyadas fundamentalmente en la pequeña-burguesía acomodada. No se tratan de milicias fascistas, sino de movilizaciones “pacíficas”8 de clase media que son la base social típica de la dictadura bonapartista.

La salida progresista a la crisis del chavismo la viene buscando la clase obrera con sus luchas, no puede estar en manos de contra-revolucionarios confesos como Capriles o López, sirvientes del imperialismo más disciplinados que Maduro. A solo semanas de las importantes luchas obreras que hemos registrado, la derecha empieza a organizar sus movilizaciones que tuvieron como punto de partida la tragedia de una joven universitaria asaltada por delincuentes. La derecha viene entonces centrando su discurso contra el chavismo en la falta de “seguridad ciudadana” y no tanto en la inflación que azota sobre todo a las familias obreras; discurso que es en realidad todo un programa internacional del imperialismo para armar políticamente brutales medidas bonapartistas y fascistas. Así vemos como bajo el verso de la “guerra contra el narcotráfico”, las trasnacionales pusieron en pie verdaderas milicias fascistas en Michoacán, México. Igualmente, en Perú se viene haciendo una dura campaña “contra la delincuencia”, como cobertura para la candidatura de escuadrones de la muerte y también para el rearme de rondas campesinas fascistas.

Mientras por un lado justifican cínicamente la violencia reaccionaria de Al-Assad y los gobiernos bolivarianos a los que vienen votando en elecciones fraudulentas, por el otro, los reformistas condenan cualquier medida de lucha radical del proletariado, dejando a las masas indefensas ante la arremetida de las fuerzas represivas del Estado burgués. Para ellos cuando la violencia viene del patrón bolivariano se justifica, cuando viene del obrero se condena. Los reformistas inyectan entonces su veneno pacifista a las masas trabajadoras, diciéndoles que la lucha de clases no rompe o no debe romper el marco de la legalidad burguesa y sus instituciones. Son, como diría Trotsky, los doctores democráticos del capitalismo. Socialdemócratas y estalinistas cumplen este papel a la perfección. Sin embargo, estos doctores también necesitan de enfermeras y auxiliares que los asistan, aun cuando los llenen de quejas e insultos todo el tiempo. Los reformistas que se dicen trotskistas, cumplen este otro papel.

Los falsos trotskistas de la LIT-CI, fundada por Nahuel Moreno, levanta nuevamente un podrido programa reformista para Venezuela, sosteniendo por izquierda al estalinismo: “…tal como señalan los camaradas de la UST en su artículo no hay ningún golpe de Estado. El imperialismo estadounidense se juega a desgastar a los gobiernos para derrotarlos electoralmente, tanto en Argentina como en Venezuela, y no apuesta, por el momento, al golpe…Algunos dirigentes se han venido reuniendo para denunciar la actual situación laboral, ante la OIT…Son importantes esas denuncias y declaraciones de Unidad Sindical…pero insuficiente” . Mientras se impone el genocidio en Siria (que ni mencionan) y el fascismo en Grecia, los reformistas de Moreno descartan cualquier tipo de solución violenta para la crisis venezolana. “Si EEUU no quiere derrocar a Maduro, tendrá entonces que esperar hasta las próximas elecciones para imponer sus planes”, nos dice la LTI-CI. Según ellos entonces, sobre la clase obrera no se levantaría mayor amenaza que la situación actual, solo debe esperar las elecciones para solucionar sus problemas. Mientras tanto, las denuncias ante organismos podridos del imperialismo como la OIT “son importantes pero insuficientes”9. Satélites morenistas como la UIT-CI no hacen más que secundar esta política. ¡Estos supuestos trotskistas son en realidad estalinistas disfrazados para engañar mejor a la vanguardia del proletariado!

EEUU no necesita en realidad derrocar al sucesor de Chávez. Solo busca disciplinarlo y medir su capacidad de dominio bonapartista sobre la clase obrera. Si la burguesía de Maduro quiere mantener el poder y sus privilegios, tendrá que ser el agente fuerte y disciplinado que necesita el imperialismo para terminar de aplastar en sangre todo legado y recuerdo del Caracazo y la Revolución Latinoamericana. Para negociar está Capriles, para seguir presionando está López. Maduro por su parte, se ha rectificado completamente y pide diálogo y paz a Obama, el mismo que Chávez llamó a votar. Los bolivarianos vienen así cumpliendo en otras proporciones, el mismo rol que está jugando Al-Assad en Medio Oriente. Es por eso que, así como hizo Chávez en su momento, el mismo carnicero Al-Assad le ha mandado un mensaje de respaldo y apoyo a Maduro.

Morales, Correa, Maduro, Kirchner, junto con los presidentes cipayos del TLC, todos reunidos en la CELAC encabezada por los Castro, ¡Ellos son los Al-Assad de América Latina!


Notas

1’ Dieterich, Heinz. “Sólo un radical cambio del modelo económico y del gabinete, salvará al gobierno venezolano”. Aporrea.Caracas, 14 de octubre de 2013. <http://xurl.es/Dieterich>).

2. Pardo, Daniel. “¿Por qué las multinacionales no se van de Venezuela?”. BBC Mundo. Caracas, 6 de febrero de 2014. <http://xurl.es/BBC-venezuela>

3. Dieterich, op. cit

4. Baserri Bizia. “Cuatro transnacionales acaparan el comercio mundial de cereales”. Baserri Bizia. País Vasco, 20 de agosto de 2012. <http://xurl.es/transnacionalaliment>

5. El Libertario. “Lo que usted no sabía (y el gobierno de Maduro y los empresarios ocultan), sobre los trabajadores de Civetchi presos”. El Libertario. Caracas, enero 2014.

6. Prensa FUTACC. “De los Trabajadores de la Industria Automotriz al Compañero Presidente Nicolás Maduro Moros”. Aporrea. Caracas, 7 de febrero de 2014. <http://xurl.es/obrerosautomotrices>

7. Maduro anunció el 19 de febrero la promulgación de una ley que “permite que muchas de las empresas transnacionales que necesiten repatriar ganancias a su casa matriz…se efectúen con algo más de celeridad… derogaría también la criminalización de las ventas de divisas entre particulares”. Vladimir Hernández. “La reforma económica que pasó inadvertida en Venezuela”. BBC Mundo. Caracas, 23 de febrero de 2014. <http://xurl.es/lrs9s>

8. “Las protestas en Caracas han estado concentradas sobre todo en el este, zona más acomodada”. Vladimir Hernández. “Venezuela: cómo se ven las protestas en los bastiones chavistas”. BBC Mundo. Caracas, 21 de febrero de 2014. <http://xurl.es/zonasprotesta>

9. “Secretariado Internacional de la LIT-CI. “Venezuela muestra la crisis de los gobiernos de frente popular y populistas”. Correo Internacional.

22 de febrero de 2014.

 

¡DERROTEMOS EL ATAQUE DE LAS TRANSNACIONALES Y EL GOBIERNO DE MADURO CONTRA LAS CONDICIONES DE VIDA Y LOS DERECHOS ELEMENTALES DE LOS EXPLOTADOS DE VENEZUELA!

¡ABAJO LA DERECHA DEL MUD, AGENTES DE LAS TRANSNACIONALES, MERCENARIOS POLÍTICOS DEL IMPERIALISMO! ¡LA SALIDA A LA CRISIS DE LA NACIÓN LA TIENE QUE DAR LA CLASE OBRERA AJUSTANDO CUENTAS CON LA BURGUESÍA!

CONTRA LA INFLACIÓN Y LA ESCASEZ: SALARIO Y EMPLEO MÓVIL, EXPROPIACIÓN SIN PAGO Y BAJO CONTROL OBRERO Y DEL PUEBLO TRABAJADOR DE LOS GRANDES SUPERMERCADOS Y MEDIOS DE COMERCIALIZACIÓN, DE LA INDUSTRIA ALIMENTARIA Y DE LOS GRANDES TERRATENIENTES, POR COMITÉS OBREROS DE ABASTECIMIENTO, POR COMITÉS DE FÁBRICA.

¡ABAJO EL SECRETO COMERCIAL! ¡QUE SE ABRAN LOS LIBROS DE CONTABILIDAD DE LA PARALIZADA INDUSTRIA AUTOMOTRIZ Y DE LAS EMPRESAS! MONOPOLIO ESTATAL DEL COMERCIO EXTERIOR Y EXPROPIACIÓN SIN PAGO DE TODA LA BANCA PARASITARIA. POR LA VERDADERA NACIONALIZACIÓN SIN PAGO Y BAJO CONTROL OBRERO DE TODA LA INDUSTRIA PETROLERA Y DE HIDROCARBUROS CONTRA LA ESTAFA Y CRISIS DE LAS EMPRESAS MIXTAS Y NACIONALIZACIONES BURGUESAS. ¡EXPROPIACIÓN SIN PAGO Y BAJO CONTROL OBRERO DE LAS TRANSNACIONALES IMPERIALISTAS, YANQUIS, JAPONESAS Y EUROPEAS QUE SAQUEAN LA NACIÓN!

¡VIVA EL HEROICO COMBATE DE LOS TRABAJADORES PETROLEROS, SIDERÚRGICOS, AUTOMOTRICES Y TEXTILES DE VENEZUELA! ¡UNA SOLA LUCHA CON LOS PETROLEROS DE LAS HERAS, LOS TRABAJADORES DE COREA DEL SUR, LOS EXPLOTADOS DE MARICANA EN SUDÁFRICA! ¡POR UN COMITÉ NACIONAL DE LUCHA QUE CENTRALICE TODOS LOS COMBATES DE LOS EXPLOTADOS CONTRA EL HAMBRE Y LA REPRESIÓN IMPUESTA POR EL GOBIERNO DE MADURO! ¡PREPAREMOS EL CAMINO PARA LA HUELGA GENERAL!

¡LIBERTAD A TODOS LOS OBREROS PROCESADOS Y DETENIDOS, REHENES DE LA BURGUESÍA BOLIVARIANA!

¡COMITÉS DE AUTODEFENSA PARA ENFRENTAR EL ATAQUE DEL EJÉRCITO Y DE LOS MATONES DE LA BURGUESÍA BOLIVARIANA Y DERECHISTA!

¡POR LA ALIANZA OBRERO-CAMPESINA POR PAN, TIERRA Y LIBERTAD CONTRA LOS EXPLOTADORES DEL CAMPO Y LA CIUDAD!

¡ABAJO LA PODRIDA BUROCRACIA SINDICAL CHAVISTA, AGENTES DEL GOBIERNO HAMBREADOR Y ASESINO DEL PUEBLO TRABAJADOR! ¡ABAJO LA IZQUIERDA REFORMISTA DEL FORO SOCIAL MUNDIAL!

¡PASO A LA JUVENTUD Y A LA MUJER TRABAJADORA, CONTRA LOS PATRIARCAS DECRÉPITOS DE LA BUROCRACIA SINDICAL CHAVISTA Y DERECHISTA!

¡QUE LOS DIRIGENTES DE IZQUIERDA, ANARQUISTAS, SEUDO-TROTSKISTAS QUE DICEN COMBATIR AL CHAVISMO, ROMPAN YA CON SU PASIVIDAD Y ORGANICEN DE INMEDIATO LA CENTRALIZACIÓN DE TODAS LAS LUCHAS OBRERAS A LO LARGO DEL PAÍS!

¡ABAJO LA ESTAFA DEL “SOCIALISMO DEL SIGLO XXI”! ¡ABAJO TODOS LOS GOBIERNOS CIPAYOS DE OBAMA, REUNIDOS EN LA CELAC! ¡QUE VUELVA EL CARACAZO, QUE VUELVA LA REVOLUCIÓN LATINOAMERICANA! ¡POR UN GOBIERNO OBRERO Y CAMPESINO BASADO EN LA AUTO-ORGANIZACIÓN Y AUTODEFENSA DE LAS MASAS! ¡POR UNA FEDERACIÓN DE REPÚBLICAS SOCIALISTAS LATINOAMERICANAS!

¡ABAJO LA RESTAURACIÓN CAPITALISTA EN CUBA, DE MANOS DE LOS SOCIAL-GUSANOS DE CASTRO BENDECIDOS POR EL VATICANO! ¡ABAJO EL GENOCIDIO DE AL-ASSAD CONTRA LAS MASAS SIRIAS, ¡A CUENTA DEL IMPERIALISMO! ¡LIBERTAD A TODOS LOS EXPLOTADOS PALESTINOS PRESOS EN LAS GARRAS DEL SIONISMO! ¡POR LA DESTRUCCIÓN DEL ESTADO DE ISRAEL!

¡POR UN PARTIDO OBRERO INTERNACIONALISTA EN VENEZUELA! ¡POR LA REFUNDACIÓN DE LA CUARTA INTERNACIONAL!

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